Capítulo 77 - La Montaña Sagrada (Parte III)

La sangre de Leaves se congeló al ver esta horrible escena.

A su izquierda, dos sombras lentamente emergieron de la oscuridad. Estas eran grandes y tenía una extraña apariencia que era nada como las apariencias de las bestias demoníacas comunes. Leaves pensó que sus apariencias eran similares a criaturas humanoides montando sobre la espalda de lobos híbridos. Sus cuerpos eran dos veces más grandes que los de los humanos ordinarios, y en lugar de armadura, estas vestían ropas que estaban hechas de un material desconocido – no, “ropas2 no era la palabra correcta, era más similar a piel de animal hinchada en la cual estos estaban envueltos a sí mismos apretadamente, en consecuencia, dándoles una apariencia abultada.

Sin embargo, el rasgo más sobresaliente de los dos seres eran las cabezas que ellos usaban como cascos, estas eran claramente cráneos de bestias demoníacas, dándoles una impresión malévola y atroz. Sus ojos fueron arrancados de sus cabezas. En lugar de ojos, pedazos de cristales café rojizos fueron cosidos. Un parche de piel fue pegado a la cabeza, extendiéndose hacia la espalda del caparazón de la bestia demoníaca. Uno de los seres todavía tenía lanzas pegadas al sillín de su boca mientras que el otro vestía un inusual tipo de guantelete – desde el punto de vista de Leaves, parecía como que estas criaturas solo tenían tres dedos.

De repente, una palabra centelleó a través de la mente de Leaves:

(¡Demonio!) Leaves

[¡Ataquen al enemigo!] Cara

Cara fue la primera en atacar, y su grito perforador atrajo su atención de regreso, dejando de mirar estúpidamente al enemigo. Stone se agachó y colocó una mano sobre el suelo, convirtiendo el área bajo la nieve en un pantano. Esto podría ser considerado como una respuesta brillante: Normalmente cuando ellas reaccionaban rápido, las dos monturas de bestias demoníacas podrían saltar y volar una corta distancia sobre el pantano con sus alas. Pero, aparentemente, no estas dos, sus alas habían sido cortadas, y ahora unos arneses estaban atados a sus huesos a los cuales los demonios se aferraban. Ya que estas no podían volar más, estas tenían que ir alrededor del pantano, lo cual le dio a las otras brujas tiempo para reaccionar.

Pero el enemigo no jugó con las mismas reglas, ellos solo condujeron a sus monturas en el pantano usando el ímpetu de las bestias, ellos saltaron sobre la espalda de los monstruos, cruzando sobre la distancia del pantano y aterrizando detrás de Stone, el cual era exactamente el lugar donde las hermanas no combatientes estaban estacionadas.

[¡Dispérsense rápidamente!] Leaves

Leaves fuertemente gritó al mismo momento en que el demonio con el guantelete de tres dedos empezó a su racha de muertes. Su agilidad fue completamente inesperada para la longitud de su cuerpo, la bruja de pie cerca de su lugar de aterrizaje no tuvo siquiera el tiempo de reaccionar antes de que su cabeza ya fuese destrozada por su puño. Hasta que ellas fueron finalmente capaces de responder, dos hermanas más obtuvieron sus cuellos inmediatamente rotos, pero eventualmente, ellas huyeron en pánico. Solo Shino fue capaz de permanecer de pie en su lugar anterior. Aunque ella no tenía ninguna habilidad de combate, ella no eligió escapar como las otras. En su lugar, ella tomó la ballesta de su espalda, apuntó, y disparó al enemigo. Pero, el demonio reaccionó solo demasiado rápido, dio un paso al lado y luego pateó a Shino en el pecho. La patada fue tan poderosa, que la pequeña chica voló lejos como una muñeca rota, su cuerpo dio vueltas varias veces antes de estrellarse en el suelo. Sangre salió sin fin de su boca mientras ella finalmente yacía inmóvil.

El demonio llevando la lanza en su lugar volteó y caminó hacia la completamente aterrorizada Stone. Levantó la lanza y apuntó hacia ella, pero exactamente en el momento cuando quería liberar la lanza, una llama explotó en frente de él. Red Pepper había apuntado a la entrepierna de los enemigos, y después, ella había liberado su ataque, ella tomó la mano de Stone y escapó junto con ella. Cuando el demonio intentó alcanzarlas, fue detenido por una pared de hierba negra.

Leaves liberó toda su magia en el suelo, permitiendo a todas las semillas en la tierra crecer, volviéndolas en vides, las cuales lentamente se arrastraron en la dirección de Ironhand (Demonio). Al mismo tiempo, Cara gritó “Pain” y liberó dos serpientes las cuales cada una mordió en los brazos del demonio. Justo cuando el demonio finalmente se quitó de encima las serpientes de Cara, este de repente sintió una sensación de tirón a sus pies. Cuando este miró abajo, vio vides arrastrándose hacia arriba de sus pies, y de repente fue jalado atrás y cayó hacia el suelo.

[¡Corran, corran, hermanas, corran!] Leaves

Gritó Leaves con una voz temblorosa y con miedo,

[Rápidamente, ¡todas escapen! ¡Apresúrense lejos de estos horribles monstruos! ¡Ellos son el origen del Demonio descrito en el libro antiguo! ¡Ellos deben haber venido directamente a través de las puertas del Infierno!] Leaves

El tormento del veneno de las serpientes parece ser ineficaz contra los demonios. Cuando el caído Ironhand vio que su compañero con la lanza estaba en problemas, él frenéticamente intentó liberarse a sí mismo de las vides, las cuales mantenían su cuerpo abajo. El demonio con la lanza entró en una postura para lanzar, lo cual permitió a su brazo rápidamente hincharse. Esto causó que la ya delgada piel de soporte se volviese incluso más delgada a tal punto que los vasos sanguíneos rojo oscuro y huesos del demonio se volvieron claramente visibles.

[Leaves, ¡ten cuidado!] Stone

Gritó Stone mientras ella usaba su magia de cenagal otra vez, esta vez directamente apuntando a los pies del demonio. El demonio ya estaba en su movimiento de lanzamiento y cuando su pie se hundió en el suelo, no tuvo tiempo para reaccionar. A través de este inesperado ataque, el demonio perdió su balance y la lanza que ya estaba dejando su mano, cambió su ángulo en el último momento, empalándose a sí misma completamente en el suelo justo ante los pies de Leaves. Viendo todo esto, Leaves estalló en sudor.

El brazo hinchado se encogió rápidamente después de que la lanza fue lanzada, luciendo justo como un tronco de árbol seco poco después.

Viendo que el demonio no podía lanzar lanzas repetidas veces, Leaves se dio cuenta que ahora era la mejor oportunidad para escapar. Otras brujas también notaron esto, por ejemplo, Stone y Red Pepper. Viendo que Ironhand todavía estaba luchando con las vides en el suelo, ellas corrieron hacia la desatendida Cara, queriendo llevar a la mentora con ellas cuando corrían. Leaves, quien miró en la dirección de Ironhand, descubrió que este no intentaba liberarse a sí mismo por más tiempo, pero en su lugar volteó hacia las tres brujas con ambas manos extendidas hacia ellas.

(¿Qué está haciendo? ¡Detente!) Leaves

[No –] Leaves

Leaves ni siquiera tuvo la oportunidad de advertir a las otras antes de que una luz azul brillante salió expulsada de las manos del demonio como un rayo, este atravesó a través del aire, retorciendo y golpeando a las tres hermanas. Rayos azules saltaron entre las tres, emitiendo un sonido crujiente de trueno. Humo blanco comenzó a subir de los cuerpos torcidos los cuales habían agarrado fuego.

El ataque pareció haber consumido mucha de la energía del enemigo, porque este empezó a respirar forzosamente y no podía moverse. En este punto, la magia de Leaves también llegó a su límite, y sus vides comenzaron a ponerse blanca, volviéndose en maleza muerta.

Leaves solo fue capaz de pensar,

(ahora, todo a terminado.) Leaves

Los gritos desesperados de Cara parecían lentamente volverse más y más lejos mientras la fuerza de su propio cuerpo desaparecía, hasta que ella cayó al suelo.

Después de solo un momento de descanso, Ironhand ya se había puesto de pie de la nieve y comenzó a caminar hacia una Cara presa del pánico, esta vez no había nadie quien verdaderamente pudiese detenerlo. Cuando él llegó a su lado, Ironhand agarró la garganta de Cara y comenzó a estrangularla. Cara desesperadamente luchó e intentó escapar de los dedos del demonio, pero en frente de su monstruoso poder, sus esfuerzos fueron fútiles. Durante su desesperada lucha, Cara sacó serpientes otra vez, permitiéndoles atacar el brazo y cuello del enemigo. Sin embargo, el demonio parecía impasible, y continuaba apretando su mano alrededor de su cuello.

En ese momento, lo inesperado sucedió. Bajo el fiero ataque de las serpientes mágicas, la piel del demonio finalmente fue abierta. Inmediatamente, niebla roja comenzó a escaparse de la fractura, pronto envolviendo al demonio y a Cara. Este último liberó un terrible grito, y bajo la niebla roja, su piel comenzó rápidamente a supurar, exponiendo sus tendones y huesos. Ironhand tuvo que dejar ir a Cara y en su lugar intentó bloquear la herida, intentando retener la niebla disipándose. Pero fue en vano, su cuerpo comenzó a temblar incontrolablemente, y pronto cayó para nunca volveré a mover jamás.

Cuando vio esto, el otro demonio, cuyo cuerpo ya estaba medio enterrado dentro del pantano, liberó un grito angustioso, era un sonido el cual Leaves nunca había oído antes, como un grito agudo y un rugido sordo mezclados juntos, atravesando sus oídos y dando a luz a un dolor sin fin.

Pero el grito del enemigo no permitió a Leaves caer en pánico y huir. En su lugar, ella solo tuvo su victoria en sus ojos.

Ella mordió sus labios e intentó sacar las últimas gotas de su fuerza para levantarse. Cuando ella finalmente se puso de pie, ella agarró la ballesta de Shino, la recargó y apunto al último demonio. El demonio claramente entendió lo que Leaves estaba intentando hacer y comenzó a mover sus brazos frenéticamente, pero dentro del pantano, mientras más uno lucha, más rápido te hundes. El demonio, él intentó bloquear sus partes vulnerables, pero, aun así, al final, fue en vano.

(Por mis hermanas perdidas) Leaves

Con ese pensamiento, Leaves jaló el gatillo y envió una flecha volando.

La flecha de ballesta precisamente atravesó su cuello, liberando una vez más la niebla roja de la herida. Después de que bruma se disperso, su cabeza finalmente cayó.

Ella había matado al demonio.

Después de dejar la ballesta caer, Leaves volteó alrededor para ver los cuerpos de más de diez hermanas quienes habían perdido sus vidas. Inmediatamente golpeada por tristeza, Leaves cayo a sus rodillas mientras lágrimas salían libremente.