domingo, 7 de abril de 2019

Capítulo 149 - El Comerciante de la Ciudad del Rey (Parte II)

[¿Eres la comerciante de salitre más grande de la Ciudad del Rey?] Roland
Roland directamente cortó de raíz.
[No, Su Alteza,] Margaret
Margaret ya no estaba mostrando su sonrisa formal, su discurso también se volvió mucho más intimidante,
[hago todo tipo de diferentes negocios, desde gemas hasta ropas, desde posadas hasta tabernas. De hecho, ni siquiera hace un mes, yo todavía no tenía nada que ver con el comercio de salitre. Solo cuando el propietario original del campo de nitrato perdió todas sus reservas y fue a bancarrota durante su visita en mi casino, que yo obtuve los derechos transferidos a mí como pago.] Margaret
No solo estaba ella vendiendo todo tipo de mercancía, ella incluso tenía un agarre firme en la industria del servicio… ser capaz construir tal gran imperio de negocio, al final, ¿qué trasfondo tenía ella? Era bien sabido que, si querías abrir un casino en la Ciudad del Rey, con dinero solo sería una cosa imposible de lograr. Queriendo saber si ella estaba diciendo la verdad, Roland golpeó sobre la mesa, pero el pellizco de Nightingale en la mitad de su espalda lo dejó insatisfecho. Ya que un pellizco como este indicaba que Margaret estaba llevando una Piedra de Represalia de Dios, haciendo imposible para ella juzgar si la otra estaba diciendo una mentira o diciendo la verdad.
(Espera un minuto… ya que es imposible para ella observar, ¿por qué ella me pellizcó tan duro previamente) Roland
Roland tosió dos veces, suprimiendo su curiosidad.
Él había oído que algunos de los comerciantes del Fiordo se habían asentado en los Cuatro Reinos. Sus negocios eran tan exitosos que ellos se hicieron más y más grandes hasta que ellos acumularon tanta riqueza que se volvió difícil incluso imaginarlo. Después de finalmente asegurar algo de riqueza, muchos comerciantes fueron fácilmente marcados y fueron estafados sin esfuerzo de sus ganancias. Solo unos pocos fueron capaces de estabilizarse a sí mismos y arraigarse, y reinvertir su dinero exitosamente en establecimientos locales, formando una unión de negocios relativamente estable.
(¿Puede ser que Margaret es una de esos peces gordos?) Roland
Este siendo el caso, Roland decidió ser directo y franco con su petición,
[Necesito una gran cantidad de salitre, mientras más, mejor.] Roland
[El Territorio del Reino no es un lugar abrasador, especialmente cerca de la Cordillera Infranqueable. Su Real Alteza, ¿realmente necesita tanto salitre?] Margaret
Margaret se volvió curiosa,
[en las afueras orientales del Reino, tengo tres campos de salitre, suficiente para suministrar a una ciudad de tamaño medio de nobles con hielo.] Margaret
(Definitivamente un pez grande, ¡ella incluso tiene tres campos de nitrato!) Roland
Aunque Roland se alegró mucho, no hubo cambio visible en su expresión,
[Voy a construir un almacén frío en el sótano del castillo para almacenar algunas comidas perecederas. En tanto me des el precio justo, tomaré todo el salitre que puedas traer.] Roland
[Ya que usted me lo explicó tan claramente a mí,] Margaret
Ella asintió,
[estoy dispuesta a transportar todo mi salitre a Border Town, y solo le cobraré el típico precio de mercado de la Ciudad del Rey, pero…] Margaret
[Pero, ¿qué?] Roland
[No quiero que se me pague con Gold Royals, ya tengo suficiente de ellas para llenar todo un almacén. Oí que usted estaba en posesión de algunos productos extraños, si usted usase estos en lugar de las Gold Royals, sería feliz de concluir el trato con usted.] Margaret
[¿Productos extraños?] Roland
Roland se arraigó, era la primera vez que él había oído de alguien decir que no quería ninguna Gold Royal.
[Sí, bien. Oí algo sobre una creación de hierro negra auto funcional,] Margaret
Margaret se inclinó ligeramente hacia adelante,
[su sirviente dijo que, con esta cosa, usted solo necesita encender un fuego y hervir agua para que esta se vuelva asombrosamente poderosa. De hecho, solo después de que lo oí hablar sobre tal creación fue que decidí visitar Border Town. De otra manera, vender directamente salitre a la nobleza alrededor de la capital estaría mucho más en la línea con mis intereses. Después de todo, la distancia de transporte es muchas veces más grande, así que tengo que soportar una pérdida significativa.] Margaret
(Esto es realmente una sorpresa agradable,) Roland
Roland pensó.
(aunque no sé cómo el aprendiz de Barov agarró esta línea, y de qué manera él había descrito la máquina de vapor, pero evidentemente, esta comerciante de la Ciudad del Rey estaba muy interesada en ella.) Roland
Cuán increíble los beneficios y potencial de negocios de productos industriales eran, estaba todo bien claro para Roland. Especialmente ya que estos solo podían ser creados por sus propios productos mecánicos. Él ya se había preocupado sobre que después de que Border Town hubiese vendido todo el mineral y usado todas las monedas del Duque, que ellos no tendrían otras oportunidades de negocios. Pero él nunca hubiese pensado, que hoy, tal excelente oportunidad como esta sería puesta justo en frente de él.
[Así que esa era su razón,] Roland
El Príncipe dijo.
[Lo que usted ha oído es llamado una máquina de vapor. Esta convierte el agua, al hervirla, en vapor, el cual puede ser usado como fuente de poder. El principio detrás de ellos es muy simple, pero solo nosotros aquí en Border Town somos capaces de producirlo.] Roland
[¿Así que si existe tal sorprendente cosa?] Margaret
[Por supuesto,] Roland
Roland contestó,
[pero, es muy complicado manufacturarla, por lo que el precio será bastante algo. Si está interesada, puede ir conmigo para ver la máquina.] Roland
[Estoy extremadamente interesada,] Margaret
Ella dijo emocionada.
En la Mina de la Cuesta del Norte, Margaret vio un gran monstruo de hierro rugiendo, el cual jalaba varios carros mineros cargados con minerales desde el túnel de la mina, sus ojos sus ojos sobresalieron, casi saliéndose de sus cuencas.
[Su Real Alteza, es-esto… es increíble.] Margaret
Margaret susurró, sintiéndose abrumada.
[Previamente, yo había pensado que su mensaje había exagerado, pero incluso en mis más salvajes sueños, nunca hubiese pensado que él lo subestimó… me temo que incluso una docena de personas juntos no poseen un poder tal como esta… máquina de vapor.] Margaret
Queriendo echar una mirada más de cerca, Margaret dio un paso delante de la máquina, pero fue detenida por Roland.
[Mientras está encendida es peligrosa, no se acerque mucho. ¿Ve el gas blanco saliendo de esta? Incluso si usted solo es golpeada por una pequeña parte de este, todavía es suficiente para quemar su piel.] Roland
[¿Usted solo la usa para transporta mineral?] Margaret
Ya que el ruido era mucho, ella se había parado cerca de Roland y gritó en su oído.
[En esta mina, estamos usando dos, uno es usado para ayudar a los mineros a transportar el mineral, mientras que la segunda es usada para bombear el agua en la mina,] Roland
Roland contestó,
[de hecho, hasta hoy, Border Town solo fue capaz de producir tres máquinas de vapor. Las usamos ahí donde son más necesitadas. Pero estas pueden ser empleadas para un amplio rango de propósitos, como usted podría tal vez imaginar. Estas pueden reemplazar los molinos de viento y de agua, para moler trigo. No son afectadas por ríos o vientos, y no necesitan ninguna mano de obra o poder animal. Lo que podría interesarle, incluso más, es que estas pueden incluso ser acomodadas en velero, moviendo los remos, permitiendo al barco moveré sin ninguna vela.] Roland
Él sabía que su dependencia en el viento y su dirección era de gran significado para las personas del mar. Como se esperaba, oyendo esto, Margaret miró con ojos bien abiertos a Roland,
[Solo diga un precio, ¡lo llevaré conmigo!] Margaret
[Eso está fuera de cuestión, la mina también depende de esta para mantener la producción. Usted puede ordenar unas pocas máquinas de vapor y entonces, cuando usted entregue el salitre, puede llevárselas consigo.] Roland
[¿Cuál sería su precio…?] Margaret
Roland la guio lejos de la entrada de la mina. Estando lejos del ruido de la máquina, era ahora mucho más fácil hablar.
[Una máquina de vapor costará quinientas Gold Royals,] Roland
Roland ofreció.
Aun así, el precio era un poco exagerado, siendo casi equivalente al ingreso anual del territorio de un Caballero. El mineral para producir una máquina de vapor cuesta alrededor de veinte Gold Royals, más los cosos de fusión, costos de labor y costos de instalación serían otros cincuenta Gold Royals. Sin embargo, para obtener un buen precio, uno siempre tenía que tener un espacio para regatear.
[Entonces, ¡compraré diez máquinas de vapor!] Margaret
[…] Roland
Roland se congeló, ¡diez máquinas de vapor eran lo mismo que cinco mil Gold Royals! Casi el equivalente a cinco o seis años de los ahorros del Duque Ryan. Sin siquiera intentar regatear, ¿era ese el poder de un pez gordo? Él aclaró su garganta,
[¿Está segura de esto? Después de todo, no es una suma pequeña, y la máquina no siempre está disponible para su uso, e incluso si la comprase, todavía tiene que invertir dinero en ella.] Roland
[Lo sé, es justo como un barco el cual tiene que visitar el muelle cada año para limpiar la quilla de parásitos y algas, reemplazar las velas, cuerdas, etcétera,] Margaret
A Margaret no le importaba,
[lo que luego necesite ser agregado, lo compraré de usted. Si en realidad se vuelve imposible de manejar por mí misma, usted solo tiene que nombrar un precio, y yo pagaré a los artesanos para mantener y operar la máquina.] Margaret
Roland cerró su boca, solo había un pensamiento restante en su mente,
(ser adinerado realmente debe ser agradable.) Roland

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