No
era el caso que los Caballeros pudiesen cargar desde el principio a su
velocidad máxima, después de todo, los caballos eran limitados por su
resistencia física, por lo que ellos solo eran capaces de mantener su velocidad
máxima por un corto período de tiempo. A mil u ochocientos metros, ellos
comenzarían a gradualmente incrementar su velocidad hasta alcanzar los
quinientos metros lejos de su marca, solo cuando ellos estuviesen dentro de los
doscientos metros, ellos empezarían a galopar.
Mientras
en teoría, los cañones de doce libras Napoleónicos tenían un rango efectivo
hasta de 1,300 metros si se usaban munición sólida. Tal vez porque solo tenía
la mitad del diámetro normal, los cañones de Roland solo tenían un rango
efectivo de mil metros. Como resultado, la distancia más lejana a la que su
grupo de artillería tenía permitido abrir fuego era a los ochocientos metros. A
esta distancia, alcanzar el área del objetivo podía ser garantizado, mientras
que, al mismo tiempo, las balas de cañón también revotarían adelante después de
golpear el suelo. Resultando en daño lineal, con una alta posibilidad de matar
múltiples objetivos con un solo disparo.
Para
permitir a los mercenarios atacar primero, el Duque Ryan ordenó a sus
Caballeros que se apartasen – permitiéndoles a ellos esperar en un área
absolutamente segura, significando en un área donde los arcos y ballestas eran
incapaces de alcanzar a los Caballeros, pero esta distancia todavía era lo suficientemente
cerca para que una efectiva carga de los Caballeros fuese lanzada. Conociendo
de la baja eficiencia de los mercenarios, los Caballeros siempre estaban listos
para jalar las riendas de los caballos, esperando por cualquier resistencia en
un lugar. Sin embargo, de esta forma, ellos se volvieron casi el objetivo fijo
para el grupo de artillería.
Pero
el Duque Ryan ciertamente no se dio cuenta de eso cuando él ordenó a sus tropas
apartarse, que ellos ya habían entrado el campo de batalla preparado de Roland.
Mientras el medio del camino podría haber sido llano y espacioso, ambos
costados estaban abarrotados con hojas y con otra vegetación. Lo que parecía
desde lejos ser solo hierba ordinaria, era en verdad gruesas vides cubiertas
por una capa de un tobillo de profundidad de malas hierbas, era como un camino
cubierto por cable de alambre natural. Si la caballería quería empezar un
asalto por el flanco en la línea defensiva, ellos solo serían capaces de
moverse hacia adelante con un grado de progreso muy lento. La distancia de mil
metros estaba claramente marcada sobre el suelo, puede no haber sido visible
para las personas sobre el suelo, pero para Lightning volando en el cielo, era
claramente visible. El campo de batalla estaba precisamente dividido en varios
segmentos, y cada marca coloreada diferentemente representaba una distancia
diferente – el enemigo era ahora solo un gobernante moviéndose alrededor sobre
un tablero de ajedrez, lo cual permitía al grupo de artillería disparar sin
haber calculado el ángulo del barril. Ellos solo tenían que pasar a través de
los pasos que ellos habían implementado durante su entrenamiento.
El
cañón del grupo de Van’er fue el primero en rugir con furia.
Una
gran cantidad de gas generado por la detonación de la pólvora empujó al
proyectil fuera, y al momento en que este voló fuera de la boca del cañón, ya
había alcanzado una velocidad de más de cuatrocientos metros por segundo, por
lo que, después de dos segundos, la bala ya había casi alcanzado a los
Caballeros. Directamente volando a través del grupo de Caballeros y
enterrándose a sí mismo en el suelo al lado del camino. Esparciendo tierra y
grava en cada dirección y creando pánico entre los caballos, un Caballero
reaccionó un poco tarde y cayó de su caballo.
Al
momento siguiente, dos balas también fallaron su objetivo solo creando mucho
polvo.
Pero,
el último grupo fue capaz de obtener un golpe de suerte – originalmente, no
había nadie en su camino de vuelo, pero un Caballero, quien fue incapaz de
recobrar el control sobre su asustado caballo, sucede que pasó justo en su
trayectoria. En frente de esta inmensa cantidad de energía cinética, su
armadura existía solo en nombre. La bala de cañón simultáneamente perforó a
través del delgado hierro y carne humana, y después de que rebotó del suelo,
esta golpeó a otro Caballero, cortando su pantorrilla. Además, esta terminó
penetrando a través del pecho del caballo bajo la cadera del Caballero y
esparciendo sus órganos internos por todo el suelo.
Si
el Caballero estuviese en su fase normal de ataque, el grupo de artillería
necesitaría ajustar el ángulo de su disparo, pero el repentino golpe había
aparentemente sorprendido a toda la coalición de las fuerzas del Duque. Ellos
no sabían que los había golpeado, cómo podrían ellos – la bala era demasiado
rápida para ser vista con el ojo humano. Por lo que los Caballeros no
recibieron la orden de atacar, en su lugar, ellos todavía estaban avanzando y
retrocediendo en su ubicación original, intentando apaciguar sus asustadizas
monturas.
Fue
una vez más el grupo de Van’er quien fue el más rápido para completar el
proceso de recarga, empezando la segunda ronda de ataques.
La
nueva arma expuso cuán frágil y suave el cuerpo humano en realidad era, una vez
golpeado por una bala de hierro pasando, podría causar heridas las cuales eran
incapaces de volver a ser curadas. Pero, cuando el jinete era directamente
golpeado por esta, además de perder varios miembros, también esparcía sangre
por todos lados. Solo cuando ellos fueron golpeados por la segunda ronda de
balas de artillería, fueron ellos capaces de descubrir una vaga forma negra,
mientras esta estaba tomando las vidas de sus compañeros.
Después
de la segunda ronda de disparos, el Duque fue finalmente capaz de conectar el
fuego y sonido atronador en el campamento del enemigo con el indescriptible
golpe contra su unidad. Parecía que el otro lado había obtenido en sus manos un
arma increíble, con un rango mucho mayor que el de una ballesta, casi como un
trabuco de la Fortaleza. Dándose cuenta de esto, el Duque inmediatamente dio la
orden de sonar los cuernos – pensando que en tanto ellos fuesen capaces de
entrar en un rango cercano, estas armas de larga distancia también serían
inútiles.
Los
Caballeros, sin embargo, cuando oyeron los cuernos, mostraron varios tipos de
reacciones. Algunos de ellos realmente se apresuraron en la dirección de Border
Town, pero otros todavía estaban luchando con sus propios caballos, mientras
una pequeña parte de los Caballeros estaba retrocediendo hacia la retaguardia
del campo de batalla. Junto con los mercenarios pululando alrededor, toda la
escena rápidamente se convirtió en un caos.
Cuando
los Caballeros atacando regresaron al camino, el grupo de artillería de repente
se volvió frenético, además, para limpiar los barriles y cargar su munición,
ellos también tenían que ajustar sus cañones. A este momento, Lightning voló
una vez más en la dirección de la línea de defensa, sosteniendo un listón rojo
en sus manos.
La
señal roja significaba que el enemigo estaba acercándose a la línea de
quinientos metros, a esta distancia, el rango de acierto de la artillería
alcanzaba más del ochenta por ciento.
Van’er
gritó,
[¡El
ángulo de disparo es correcto! ¡Rápido, enciendan la mecha, enciendan la
mecha!] Van’er
Cuando
el ensordecedor rugido pudo ser oído una vez más, él ni siquiera miró para ver
si ellos habían golpeado algo, en su lugar, él inmediatamente volteó hacia el
equipo de distribución de munición y gritó:
[¡Balas,
envíen las balas de bombardeo!] Van’er
Durante
el entrenamiento de la artillería, Su Real Alteza ha repetidas veces recalcado
el punto, que cuando la señal roja fuese siseada, incluso si el barril ya
estaba cargado con balas sólidas, ellos deberían inmediatamente dispara y luego
recargar con balas de bombardeo. En caso de que el barril no estuviese cargado,
ellos deberían inmediatamente llenarlo con balas de bombardeo, y entonces
esperar hasta el punto donde el enemigo alcanzase la marca de los trescientos
metros.
Las
balas de bombardeo lucían como un bote lleno con bolas del tamaño de un pulgar
y aserrín. Para producir las balas de bombardeo, ellos primero abrían un hoyo
en la lata, luego ellos la llenaban con bolas y aserrín, y entonces, ellos lo
detenían con una delgada pieza de madera.
Cuando
Lightning finalmente mostró el listón púrpura, los cuatro grupos de artillería
dispararon casi simultáneamente.
Esta
era también la primera vez de Van’er de usar las balas de bombardeo – de
acuerdo a Su Real Alteza, las heridas causadas por las balas de bombardeo eran
muy difíciles de sanar, por lo que ellos solo practicaron el procedimiento de
carga. Por lo que hoy, era también su primera vez viendo el potencial para
matar de estas balas especiales.
Debido
a la inmensa diferencia de presión, la lata se fracturaba en muchas piezas
después de dejar la boca del cañón. Las pequeñas bolas de hierro de la lata
caían como gotas de lluvia sobre el enemigo, colocando a los Caballeros a
trescientos metros de distancia en el centro de una tormenta de metal mortal, y
volviendo a las personas y a los caballos en una niebla sangrienta parecida
trigo cayendo mientras era cortado. Algunos de los perdigones después de
penetrar los cuerpos de los Caballeros todavía tenían demasiada energía
cinética extra que incluso los Caballeros detrás de ellos no fueron capaces de
escapar tampoco.
Los
Caballeros suficientemente afortunados para sobrevivir a la tormenta,
finalmente entraron en la distancia sprint, mientras solo tenían un pensamiento
en sus mentes – que era atravesar esta delgada línea de defensa, y masacrar a
esos cobardes quienes solo eran capaces de esconderse detrás de esas crueles
armas. Solo una corta cantidad de tiempo era necesaria para cubrir los últimos
ciento cincuenta metros, los Caballeros ya estaban bajando sus cuerpos, presionando
a sus caballos a alcanzar su velocidad máxima.
Sin
embargo, esta aparentemente corta distancia de ciento cincuenta metros, resultó
ser una distancia infranqueable, la última ronda de disparos de balas de
bombardeo completamente destruyó lo último de su espíritu de lucha. En el rango
de cien metros, las balas de hierro solidas eran capaces de penetrar a través
de tantas como dos o tres personas, volviendo el área en frente de los cañones
en un campo de muerte. De los veinte Caballeros cabalgando en el frente, casi
ninguno había sido capaz de sobrevivir, la única diferencia entre ellos yacía
en la cantidad de balas de hierro con las que habían sido golpeados.
El
asalto de los Caballeros había completamente colapsado.
Debido
al miedo creado por el colapso del asalto de los Caballeros fue tan inmenso,
los Caballeros del siguiente intento voltearon sus caballos esperando huir del
campo de batalla.
Cuando
ellos vieron a los Caballeros esparcirse, los mercenarios no estaban dispuestos
a tomar otro paso adelante. Ellos habían ya solo estado trabajando por el
dinero, pero ellos inmediatamente voltearon cuando ellos vieron cuanto ellos
tendrían que pagar. Ahora, en el momento de su retirada, ellos corrieron
incluso mucho más rápido que como ellos habían hecho durante su ataque.
Cuando
la ola de aplastante derrota barrio sobre las fuerzas aliadas del ducado, la
situación pronto se volvió imposible de controlar. La multitud tenía solo un
pensamiento restante, ellos tenían que huir. Había personas quienes cayeron y
fueron pisoteados hasta la muerte, nadie se tomó el tiempo para cuidar de
otros, ellos solo se odiaban a sí mismos por no ser capaces de tener otro par
de piernas.
En
este momento, la melodía de la canción de guerra de la Guerrilla resonó por el
campo de batalla, y las líneas de la infantería comenzaron a marchar al paso,
barriendo por el campo de batalla.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario