El
cielo todavía estaba oscuro cuando nuestro grupo se preparaba para partir hacia
la villa del Clan Ena al noroeste.
Con
todos cabalgando monturas dragón, alcanzamos la villa en alrededor de dos días.
Justo
como Ein había predicho, alrededor de la mañana del segundo día, las yurtas del
Clan Ena se volvieron visibles.
Él
también mencionó que la villa del Clan Ena debería albergar cuatrocientas
personas, lo cual le ganó la designación del Clan más grande.
Aunque
no parecía tanto, era difícil para cualquier sociedad prosperar en las llanuras
donde los Gigantes y varios monstruos vagaban, ya sea que ellos tuviesen alto
poder de lucha o no.
La
tribu tigre parecía ser una genta nómada que mantenían ganado cerca de sus
hogares. Dichos animales estaban cubiertos en gruesa lana blanca y cuernos que
los hacían parecer como cabras en lugar de ovejas.
Ellos
se referían a estos animales como “cabras blancas”.
Su
lana era en realidad una materia prima valiosa para el tejido textil. La lana
era normalmente vendida en Fabuna’ha, pero los recientes ataques de Gigantes
pusieron el comercio a la espera.
Fue
Ein quien nos dijo esto mientras viajábamos a la villa del Clan Ena.
A
pesar de que Ein estaba bien informado como el líder del Clan Uiria, parece que
él era capaz de viajar entre villas sin mucho problema.
Debido
a que alguien en armadura de cuerpo completo y una elfa oscura eran rarezas
dentro de la villa, muchos habían venido de las tiendas alrededor para mirarnos
boquiabiertos.
Sin
embargo, cuando miré en los ojos de los espectadores… solo encontré
preocupación y nerviosismo en sus rostros.
Después
de hacer nuestro camino hacia el centro de la villa, Ein saltó de su montura
dragón y comenzó a hablar con el hombre quien dio un paso al frente para
saludarnos.
[Hou,
¡ha pasado un tiempo! ¿Qué trae al Jefe del Clan Ena aquí personalmente?] Ein
[…
Recibí un reporte de nuestros exploradores. Que el líder del Clan Uiria estaba
trayendo forasteros a nuestro territorio.] Hou
Ein
intercambió saludos con el gran hombre de la tribu tigre que vino a
encontrarnos. Aparentemente, este hombre era el Jefe de esta villa.
Mientras
Ein y este hombre conversaban el uno con el otro, el hombre estaba evaluando a
los forasteros que se habían mostrado en su villa.
Hou
estaba en posesión de una constitución grande, incluso entre los hombres de la
tribu tigre. Él estaba por encimad e una cabeza sobre Ein. Probablemente solo
un poco bajo los tres metros de altura.
Las
incontables cicatrices cubriendo su cuerpo musculoso bien tonificado indicaban
que él era un Guerrero veterano.
En
el transcurso de la conversación, él permaneció externamente vigilante de
nosotros, los forasteros.
Notando
la tensión en el aire, Ein hizo una decisión consciente para cortar la
persecución sobre nuestra visita a la villa de Hou.
[Dos
gigantes aparecieron cerca de mi villa el otro día.] Ein
Hou
levantó una ceja cuando él oyó eso, y ofreció un serio cabeceo.
[…
Ya veo, así que ellos finalmente aparecieron tan lejos al este… Así que, ¿cuál
es el daño?] Hou
Hou
cambió su mirada a los Guerreros detrás de Ein, mientras él comenzaba a captar
las circunstancias que guiarían a otro líder de clan a su villa, y preguntó por
el daño sufrido durante la batalla con los Gigantes.
Ein
procedió a contar toda la batalla con los Gigantes y explicó que los forasteros
que él trajó consigo, de casualidad llegaron y prestaron una mano.
El
rostro de Hou se volvió como el de aquellos Guerreros de Uiria cuando ellos
primero habían sido reunidos ante nosotros, mientras él escuchaba.
[Es
afortunado que ustedes pudiesen usar el poder de un Curandero después de eso,
pero para depender de forasteros durante la batalla…] Hou
Hou
estaba obviamente decepcionado por ese hecho, pero Ein apartó el asunto con una
risa de corazón y sonrió.
[Mi
gente reaccionó de la misma manera hasta que mi esposa fue a por ellos.] Ein
El
cuerpo de Hou se sacudió cuando él oyó eso y él apartó su mirada de Ein.
[…
Y-ya veo. Entonces, olvida lo que acabo de decir… por favor.] Hou
La
abrumadora coerción de Hou había cesado cuando Ein sacó a su esposa. Hou
incluso fue tan lejos como susurrar una plegaria en el oído de Ein.
Parece
que Yuga y los dos líderes de clan tenían una relación muy cercana el uno con
el otro.
Hou
aclaró su garganta antes de mirarnos con una expresión seria.
[…
Es bueno que ustedes vinieran. Los otros líderes de clan estarán reuniéndose
pronto para lidiar con los Gigantes. Ellos ya han destruido un número de
villas. Estará realizando una discusión concerniente a las tácticas de
subyugación con los otros ahora.] Hou
Ein
suspiró cuando él oyó lo que Hou dijo.
[Hmmm…
los Gigantes ya han alcanzado este lugar, como pensé…] Arc
Dije
mi comentario, Hou, quien había estado mirando hacia nosotros de vez en cuando,
abrió su boca.
[Por
cierto, esa montura dragón que tus invitados están montando, ¿dónde la
obtuvieron?] Hou
Los
ojos de Hou tomaron una mirada peligrosa mientras hablaba, por lo que le dije
la misma historia que le dije a Ein el otro día.
[…
Dos personas en patrulla nunca regresaron, y esa montura pertenecía a uno de
ellos.] Hou
Después
de que Hou bajase su cabeza y se quejase, él regresó su mirada a mí.
[Arc-dono,
las monturas dragón son atesorados por nuestros Guerreros. ¿Pretende regresar
ese tesoro a nuestra familia?] Hou
Hou
me miró directamente a mí mientras él esperaba por mi respuesta, por lo que
levanté mi dedo índice en frente de él.
[Felizmente
regresaré esta montura… pero, hay una cosa que me gustaría pedirle al líder del
Clan Ena.] Arc
El
poder regresó al cuerpo de Hou en reacción a mi declaración.
[Esto
es interesante. ¿Qué solicita de mí, el líder del Clan Ena?] Hou
Hou
mostró una gran sonrisa mientras yo estaba a punto de expresar mi condición,
pero antes de que pudiese decir algo, un ruido repentino atrajo la atención de
todos hacia la entrada de la villa.
Cuando
miré, vio a una montura dragón, fuertemente herida, corriendo apresuradamente a
través de la villa.
Viendo
esto también, los ojos de Hou se abultaron antes de que él comenzase a gritar
instrucciones.
[¡¡Las
mujeres y niños den paso!! ¡¡Hombres, deténgalo!!] Hou
Contestando
a la llamada de su líder, los Guerreros se apresuraron de las casas cercanas y
comenzaron a perseguir a la montura dragón serpenteando.
Sin
embargo, fue una pérdida de esfuerzo ya que la montura dragón colapsó en el
lugar y lanzó al joven hombre de la tribu tigre que había estado llevando sobre
el suelo.
La
multitud que se reunió se apartaron cuando Hou vino adelante para evaluar la
situación.
Como
forasteros, Ariane, Chiome y yo pretendíamos mirar los eventos desde lejos,
pero Ponta usó su magia y rodeó a la multitud reunida una vez antes de volar de
regreso hacia nosotros.
[¡Kyu,
Kyukyun!] Ponta
Cuando
ella aterrizó sobre mi cabeza, ella intentó reportar lo que estaba sucediendo,
pero yo no podía entender lo que ella estaba diciendo.
Entonces,
oí el grito de Hou desde dentro de la multitud de gente.
[¡Alguien!
¡¡Traiga a la doctora Baa!!] Hou
Unos
pocos hombres se abrieron paso desde la multitud y corrió más profundo en la
villa.
Si
no me equivocaba, los curanderos eran los sanadores mágicos dentro de la tribu
tigre.
Incapaz
de quedarme sin hacer nada, forcé mi camino a través de la multitud de gente de
la tribu tigre y me detuve al lado de Hou acunaba el cuerpo del joven hombre.
La
respiración del joven hombre era pesada y su brazo izquierdo había sido
aplastado y estaba cubierto de sangre.
Ein
me dio una mirada de reojo antes de asentir con la cabeza.
Yo
asentí de regreso antes de invocar mi magia sin aceptar un rechazo.
[Discúlpeme.
“Major Heal”.] Arc
Luz
ambiental llenó el área y empezó a reunirse alrededor del brazo izquierdo del
joven hombre, cambiando la carne y huesos de regreso a su lugar apropiado.
Mientras
la luz lentamente desaparecía, todos alrededor de nosotros, quienes se las
arreglaron para ver lo que sucedía, exclamaron asombro cuando las heridas
serias desaparecieron como un mal sueño en la mañana.
Los
ojos de Hou se abultaron cuando él vio de aquí para allá entre mí y el brazo
del joven hombre. Después de que el joven hombre abrió sus ojos, Hou comenzó
frenéticamente a preguntar qué sucedía.
[¿Qué
encontraste? ¿¡Qué sucedió!? ¿¡Puedes recordar algo!?] Hou
Reconociendo
la voz de su líder, el joven hombre intentó ponerse de pie solo para que sus
ojos comenzasen a nadar.
[¿¡Gah!?] Joven
Él
inmediatamente perdió toda su energía y cayó.
[Incluso
si curo la herida, no puedo reemplazar la sangre que fue perdida. Él necesita
descansar y recuperar su fuerza.] Arc
Hou
asintió antes de señalar a dos hombres que llevasen al joven hombre a una casa
cercana.
Sin
embargo, el joven hombre se aferró a Hou y su voz se agitaba mientras él
hablaba.
[Los
Gigantes aparecieron cerca de mi villa. Treinta de ellos, tal vez más…] Joven
Las
orejas redondas de Hou comenzaron a caerse mientras él escuchaba al joven
hombre expresando su reporte.
Tan
pronto como el joven hombre perdió la consciencia, el brazo con el cual él
había sostenido a Hou cayó mientras los dos hombres se lo llevaban.
Los
ojos de Hou comenzaron a llenarse con furia y venas comenzaron a aparecer en su
frente, dándole la apariencia de un ogro.
[¡¡Contacta
a los demás líderes de clan!! ¡¡Aparte de esos defendiendo la villa, todos los
guerreros prepárense para cazar!!] Hou
Un
grito de guerra ensordecedor siguió el momento de silencio después que la orden
había sido dada.
Todos
los niños se apresuraron a sus hogares y sacaron armaduras para los hombres.
Los hombres procedieron pulir sus equipos y se prepararon para la caza.
Mientras
todos estaban ocupados con sus preparaciones, Hou se me acercó.
[Honorable
invitado, no logramos terminar nuestra conversación, pero…] Hou
Él
cortó la conversación negando con la cabeza y miró de regreso a su gente.
No
tenía idea lo que Hou estaba intentando decir. Tal vez hablaríamos una vez los
Gigantes hubiesen sido subyugados.
De
cualquier forma, solicitar ayuda de forasteros no era altamente considerado
dentro de la tribu.
Si
las cosas no iban bien, serían los hombres de la tribu tigre quienes correrían
el riesgo de ser erradicados por los Gigantes en lugar de lo contrario.
Ahora
no era el momento de hablar sobre las Garras del Diablo.
Además,
el joven hombre dijo que había al menos treinta Gigantes.
Los
hombres de la tribu tigre se enorgullecían en su poder de combate, pero incluso
si ellos tuvieron problemas para lidiar con dos Gigantes, sin decir treinta. Incluso
si cada Guerrero fuese a participar, no había manera que ellos pudiesen evitar
grandes fatalidades.
Yo
podría probablemente lidiar con ellos por mí mismo, en su lugar…
Había
solo una cosa que decir aquí.
¿No
hay un viejo dicho que dice “Pide y se os dará”?
[¿Puedo
participar en esta cacería?] Arc
Si
yo quisiera las Garras del Diablo, necesitaba asegurar su victoria.
Hou
me miró directamente a mí cuando él oyó mi pregunta.
Después
de un rápido intercambio de miradas, Hou puso una sonrisa amenazante.
[¡Acepta
esta promesa de Hou, el líder del Clan Ena! ¡Deberás ser pagado en amabilidad
una vez esta cacería termine!] Hou
Después
de decir eso, Hou regresó a sus propias preparaciones.
Habiendo
mirado todo ese intercambio, Ariane dejó salir un gran suspiro antes de empujar
su dedo en mí.
[¡Iré
contigo! ¡Los mataré más eficientemente esta vez!] Ariane
Con
esa declaración, Ariane hizo un puchero y miró hacia el horizonte.
Su
resbalón durante nuestro primer encuentro con los Gigantes deber haber todavía
estado molestándola.
Ella
probablemente pretendía redimirse a ella misma en la batalla venidera. Con ese
pensamiento en mente, miré hacia Chiome, quien simplemente cerró sus ojos y me
dio una breve respuesta.
[Yo
también.] Chiome
Después
de esa conversación, comencé a preguntarme, solo ¿cuán sediento de sangre mi
grupo era?
Ya
que no había sangre fluyendo a través de mi cuerpo esquelético, mi propia
sangre no corría en el prospecto de la batalla venidera, o al menos eso es lo
que yo creía.
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