jueves, 2 de mayo de 2019

Capítulo 111 - El Clan Ena

El cielo todavía estaba oscuro cuando nuestro grupo se preparaba para partir hacia la villa del Clan Ena al noroeste.
Con todos cabalgando monturas dragón, alcanzamos la villa en alrededor de dos días.
Justo como Ein había predicho, alrededor de la mañana del segundo día, las yurtas del Clan Ena se volvieron visibles.
Él también mencionó que la villa del Clan Ena debería albergar cuatrocientas personas, lo cual le ganó la designación del Clan más grande.
Aunque no parecía tanto, era difícil para cualquier sociedad prosperar en las llanuras donde los Gigantes y varios monstruos vagaban, ya sea que ellos tuviesen alto poder de lucha o no.
La tribu tigre parecía ser una genta nómada que mantenían ganado cerca de sus hogares. Dichos animales estaban cubiertos en gruesa lana blanca y cuernos que los hacían parecer como cabras en lugar de ovejas.
Ellos se referían a estos animales como “cabras blancas”.
Su lana era en realidad una materia prima valiosa para el tejido textil. La lana era normalmente vendida en Fabuna’ha, pero los recientes ataques de Gigantes pusieron el comercio a la espera.
Fue Ein quien nos dijo esto mientras viajábamos a la villa del Clan Ena.
A pesar de que Ein estaba bien informado como el líder del Clan Uiria, parece que él era capaz de viajar entre villas sin mucho problema.
Debido a que alguien en armadura de cuerpo completo y una elfa oscura eran rarezas dentro de la villa, muchos habían venido de las tiendas alrededor para mirarnos boquiabiertos.
Sin embargo, cuando miré en los ojos de los espectadores… solo encontré preocupación y nerviosismo en sus rostros.
Después de hacer nuestro camino hacia el centro de la villa, Ein saltó de su montura dragón y comenzó a hablar con el hombre quien dio un paso al frente para saludarnos.
[Hou, ¡ha pasado un tiempo! ¿Qué trae al Jefe del Clan Ena aquí personalmente?] Ein
[… Recibí un reporte de nuestros exploradores. Que el líder del Clan Uiria estaba trayendo forasteros a nuestro territorio.] Hou
Ein intercambió saludos con el gran hombre de la tribu tigre que vino a encontrarnos. Aparentemente, este hombre era el Jefe de esta villa.
Mientras Ein y este hombre conversaban el uno con el otro, el hombre estaba evaluando a los forasteros que se habían mostrado en su villa.
Hou estaba en posesión de una constitución grande, incluso entre los hombres de la tribu tigre. Él estaba por encimad e una cabeza sobre Ein. Probablemente solo un poco bajo los tres metros de altura.
Las incontables cicatrices cubriendo su cuerpo musculoso bien tonificado indicaban que él era un Guerrero veterano.
En el transcurso de la conversación, él permaneció externamente vigilante de nosotros, los forasteros.
Notando la tensión en el aire, Ein hizo una decisión consciente para cortar la persecución sobre nuestra visita a la villa de Hou.
[Dos gigantes aparecieron cerca de mi villa el otro día.] Ein
Hou levantó una ceja cuando él oyó eso, y ofreció un serio cabeceo.
[… Ya veo, así que ellos finalmente aparecieron tan lejos al este… Así que, ¿cuál es el daño?] Hou
Hou cambió su mirada a los Guerreros detrás de Ein, mientras él comenzaba a captar las circunstancias que guiarían a otro líder de clan a su villa, y preguntó por el daño sufrido durante la batalla con los Gigantes.
Ein procedió a contar toda la batalla con los Gigantes y explicó que los forasteros que él trajó consigo, de casualidad llegaron y prestaron una mano.
El rostro de Hou se volvió como el de aquellos Guerreros de Uiria cuando ellos primero habían sido reunidos ante nosotros, mientras él escuchaba.
[Es afortunado que ustedes pudiesen usar el poder de un Curandero después de eso, pero para depender de forasteros durante la batalla…] Hou
Hou estaba obviamente decepcionado por ese hecho, pero Ein apartó el asunto con una risa de corazón y sonrió.
[Mi gente reaccionó de la misma manera hasta que mi esposa fue a por ellos.] Ein
El cuerpo de Hou se sacudió cuando él oyó eso y él apartó su mirada de Ein.
[… Y-ya veo. Entonces, olvida lo que acabo de decir… por favor.] Hou
La abrumadora coerción de Hou había cesado cuando Ein sacó a su esposa. Hou incluso fue tan lejos como susurrar una plegaria en el oído de Ein.
Parece que Yuga y los dos líderes de clan tenían una relación muy cercana el uno con el otro.
Hou aclaró su garganta antes de mirarnos con una expresión seria.
[… Es bueno que ustedes vinieran. Los otros líderes de clan estarán reuniéndose pronto para lidiar con los Gigantes. Ellos ya han destruido un número de villas. Estará realizando una discusión concerniente a las tácticas de subyugación con los otros ahora.] Hou
Ein suspiró cuando él oyó lo que Hou dijo.
[Hmmm… los Gigantes ya han alcanzado este lugar, como pensé…] Arc
Dije mi comentario, Hou, quien había estado mirando hacia nosotros de vez en cuando, abrió su boca.
[Por cierto, esa montura dragón que tus invitados están montando, ¿dónde la obtuvieron?] Hou
Los ojos de Hou tomaron una mirada peligrosa mientras hablaba, por lo que le dije la misma historia que le dije a Ein el otro día.
[… Dos personas en patrulla nunca regresaron, y esa montura pertenecía a uno de ellos.] Hou
Después de que Hou bajase su cabeza y se quejase, él regresó su mirada a mí.
[Arc-dono, las monturas dragón son atesorados por nuestros Guerreros. ¿Pretende regresar ese tesoro a nuestra familia?] Hou
Hou me miró directamente a mí mientras él esperaba por mi respuesta, por lo que levanté mi dedo índice en frente de él.
[Felizmente regresaré esta montura… pero, hay una cosa que me gustaría pedirle al líder del Clan Ena.] Arc
El poder regresó al cuerpo de Hou en reacción a mi declaración.
[Esto es interesante. ¿Qué solicita de mí, el líder del Clan Ena?] Hou
Hou mostró una gran sonrisa mientras yo estaba a punto de expresar mi condición, pero antes de que pudiese decir algo, un ruido repentino atrajo la atención de todos hacia la entrada de la villa.
Cuando miré, vio a una montura dragón, fuertemente herida, corriendo apresuradamente a través de la villa.
Viendo esto también, los ojos de Hou se abultaron antes de que él comenzase a gritar instrucciones.
[¡¡Las mujeres y niños den paso!! ¡¡Hombres, deténgalo!!] Hou
Contestando a la llamada de su líder, los Guerreros se apresuraron de las casas cercanas y comenzaron a perseguir a la montura dragón serpenteando.
Sin embargo, fue una pérdida de esfuerzo ya que la montura dragón colapsó en el lugar y lanzó al joven hombre de la tribu tigre que había estado llevando sobre el suelo.
La multitud que se reunió se apartaron cuando Hou vino adelante para evaluar la situación.
Como forasteros, Ariane, Chiome y yo pretendíamos mirar los eventos desde lejos, pero Ponta usó su magia y rodeó a la multitud reunida una vez antes de volar de regreso hacia nosotros.
[¡Kyu, Kyukyun!] Ponta
Cuando ella aterrizó sobre mi cabeza, ella intentó reportar lo que estaba sucediendo, pero yo no podía entender lo que ella estaba diciendo.
Entonces, oí el grito de Hou desde dentro de la multitud de gente.
[¡Alguien! ¡¡Traiga a la doctora Baa!!] Hou
Unos pocos hombres se abrieron paso desde la multitud y corrió más profundo en la villa.
Si no me equivocaba, los curanderos eran los sanadores mágicos dentro de la tribu tigre.
Incapaz de quedarme sin hacer nada, forcé mi camino a través de la multitud de gente de la tribu tigre y me detuve al lado de Hou acunaba el cuerpo del joven hombre.
La respiración del joven hombre era pesada y su brazo izquierdo había sido aplastado y estaba cubierto de sangre.
Ein me dio una mirada de reojo antes de asentir con la cabeza.
Yo asentí de regreso antes de invocar mi magia sin aceptar un rechazo.
[Discúlpeme. “Major Heal”.] Arc
Luz ambiental llenó el área y empezó a reunirse alrededor del brazo izquierdo del joven hombre, cambiando la carne y huesos de regreso a su lugar apropiado.
Mientras la luz lentamente desaparecía, todos alrededor de nosotros, quienes se las arreglaron para ver lo que sucedía, exclamaron asombro cuando las heridas serias desaparecieron como un mal sueño en la mañana.
Los ojos de Hou se abultaron cuando él vio de aquí para allá entre mí y el brazo del joven hombre. Después de que el joven hombre abrió sus ojos, Hou comenzó frenéticamente a preguntar qué sucedía.
[¿Qué encontraste? ¿¡Qué sucedió!? ¿¡Puedes recordar algo!?] Hou
Reconociendo la voz de su líder, el joven hombre intentó ponerse de pie solo para que sus ojos comenzasen a nadar.
[¿¡Gah!?] Joven
Él inmediatamente perdió toda su energía y cayó.
[Incluso si curo la herida, no puedo reemplazar la sangre que fue perdida. Él necesita descansar y recuperar su fuerza.] Arc
Hou asintió antes de señalar a dos hombres que llevasen al joven hombre a una casa cercana.
Sin embargo, el joven hombre se aferró a Hou y su voz se agitaba mientras él hablaba.
[Los Gigantes aparecieron cerca de mi villa. Treinta de ellos, tal vez más…] Joven
Las orejas redondas de Hou comenzaron a caerse mientras él escuchaba al joven hombre expresando su reporte.
Tan pronto como el joven hombre perdió la consciencia, el brazo con el cual él había sostenido a Hou cayó mientras los dos hombres se lo llevaban.
Los ojos de Hou comenzaron a llenarse con furia y venas comenzaron a aparecer en su frente, dándole la apariencia de un ogro.
[¡¡Contacta a los demás líderes de clan!! ¡¡Aparte de esos defendiendo la villa, todos los guerreros prepárense para cazar!!] Hou
Un grito de guerra ensordecedor siguió el momento de silencio después que la orden había sido dada.
Todos los niños se apresuraron a sus hogares y sacaron armaduras para los hombres. Los hombres procedieron pulir sus equipos y se prepararon para la caza.
Mientras todos estaban ocupados con sus preparaciones, Hou se me acercó.
[Honorable invitado, no logramos terminar nuestra conversación, pero…] Hou
Él cortó la conversación negando con la cabeza y miró de regreso a su gente.
No tenía idea lo que Hou estaba intentando decir. Tal vez hablaríamos una vez los Gigantes hubiesen sido subyugados.
De cualquier forma, solicitar ayuda de forasteros no era altamente considerado dentro de la tribu.
Si las cosas no iban bien, serían los hombres de la tribu tigre quienes correrían el riesgo de ser erradicados por los Gigantes en lugar de lo contrario.
Ahora no era el momento de hablar sobre las Garras del Diablo.
Además, el joven hombre dijo que había al menos treinta Gigantes.
Los hombres de la tribu tigre se enorgullecían en su poder de combate, pero incluso si ellos tuvieron problemas para lidiar con dos Gigantes, sin decir treinta. Incluso si cada Guerrero fuese a participar, no había manera que ellos pudiesen evitar grandes fatalidades.
Yo podría probablemente lidiar con ellos por mí mismo, en su lugar…
Había solo una cosa que decir aquí.
¿No hay un viejo dicho que dice “Pide y se os dará”?
[¿Puedo participar en esta cacería?] Arc
Si yo quisiera las Garras del Diablo, necesitaba asegurar su victoria.
Hou me miró directamente a mí cuando él oyó mi pregunta.
Después de un rápido intercambio de miradas, Hou puso una sonrisa amenazante.
[¡Acepta esta promesa de Hou, el líder del Clan Ena! ¡Deberás ser pagado en amabilidad una vez esta cacería termine!] Hou
Después de decir eso, Hou regresó a sus propias preparaciones.
Habiendo mirado todo ese intercambio, Ariane dejó salir un gran suspiro antes de empujar su dedo en mí.
[¡Iré contigo! ¡Los mataré más eficientemente esta vez!] Ariane
Con esa declaración, Ariane hizo un puchero y miró hacia el horizonte.
Su resbalón durante nuestro primer encuentro con los Gigantes deber haber todavía estado molestándola.
Ella probablemente pretendía redimirse a ella misma en la batalla venidera. Con ese pensamiento en mente, miré hacia Chiome, quien simplemente cerró sus ojos y me dio una breve respuesta.
[Yo también.] Chiome
Después de esa conversación, comencé a preguntarme, solo ¿cuán sediento de sangre mi grupo era?
Ya que no había sangre fluyendo a través de mi cuerpo esquelético, mi propia sangre no corría en el prospecto de la batalla venidera, o al menos eso es lo que yo creía.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario