viernes, 13 de julio de 2018

Capítulo 70 - Epilogo

Raratoia, una cierta villa élfica en el Gran Bosque Canadá.
La residencia del anciano de la villa era la fusión de un árbol vivo y una mansión.
Justo más allá de las entradas de la mansión estaba un gran atrio que estaba rodeado por pilares que se conectaban al tercer piso del edificio. Desde este piso, podíamos ver múltiples puertas que estaban alineadas a los pasillos.
 Había escaleras en ambos lados del atrio que guiaban al segundo piso. En el segundo piso, había un gran comedor que conectaba al área de la cocina.
En lugar de su esposo, Dylan, Glenys estaba sentada en la cabecera de la gran mesa de madera en el comedor.
Ella era la madre de Ariane y ella tenía la misma piel lila y cabello blanco como la nieve como su hija, excepto que el de ella estaba en trenzas que llegaban hasta la altura de su hombro.
Ariane estaba sentada al lado opuesto de su madre mientras Chiome y yo estábamos a ambos lados de la mesa respectivamente. En cuanto a Ponta, ella estaba felizmente agitando su mullida cola bajo la mesa mientras estaba absorta en la fruta como albaricoque que Glenys le había dado.
[Perdón por la inesperada visita.] Chiome
Chiome fue quien rompió el silencio.
Ella incluso fue tan lejos como bajar su cabeza en disculpa, así revelando sus orejas de gato caídas.
Sin embargo, Glenys simplemente rio y rechazó la disculpa de Chiome.
[Está bien, Arc puede directamente entrar en la villa con su magia después de todo.] Glenys
Después del incidente en el Imperio Leburan Sagrado, yo invoqué mi magia de transferencia de larga distancia “Transfer Gate” para transferirnos justo en frente de la mansión del anciano.
No había necesidad de que Chiome se disculpase en primer lugar, ya que fue mi culpa por traerla aquí cuando yo sabía que los elfos eran cautelosos con los forasteros.
Así que yo bajé mi cabeza y ofrecí mi propia disculpa.
[Lo siento, Glenys-dono. Evitaré hacer esto en el futuro.] Arc
[Apreciaría eso, pero considerando que la visitante en cuestión es una persona de las Planicies y Montañas, puedo aprobarlo. Je, je, je, nosotros, las razas minoritarias, tenemos que llevarnos bien, ¿no es así, Chiome-chan?] Glenys
La sonrisa malvada en el rostro de Glenys mientras ella decía eso causó que Chiome frunciera el ceño mientras ella asentía en respuesta.
[Por cierto, ¿no está padre en casa todavía?] Ariane
Después de sorber el té y colocar su taza sobre la mesa, Ariane le hizo a su madre esa simple pregunta.
[Él partió para Maple el mismo día que ustedes se fueron para el Imperio y él todavía no ha regresado. Solo en caso que él llame, me gustaría oír tu reporte.] Glenys
Glenys volteó hacia su hija y le contestó.
Ariane estuvo de acuerdo con eso y procedió a llenar a Glenys sobre todo lo que había pasado en Leibnitz.
Después de silenciosamente escuchar la historia, Glenys suspiró y colocó su mirada sobre mí.
[Tengo una comprensión de la situación. ¿Fueron capaces de encontrar dónde las cinco personas restantes fueron enviadas?] Glenys
[No, la ciudad cayó en pandemónium después de que la Hidra apareciera. Un poco de tiempo necesitará pasar antes de que la búsqueda por pistas pueda recomen—.] Arc
Cuando comencé a hablar de planes futuros, Glenys levantó su mano y agitó su cabeza en protesta.
[No hay necesidad. Arc, la misión de rescate será llevada a un final aquí, tu papel ha sido completado.] Glenys
Cuando Glenys dijo eso con una ligera sonrisa en su rostro, Ariane rápidamente objetó a la decisión.
[Espera un minuto, ¿¡qué estás diciendo!? ¿¡Vamos solo a abandonar a las personas restantes!?] Ariane
Ariane violentamente se puso de pie y golpeó su puño contra la mesa.
Glenys miró al arranque de su hija y encogió los hombros.
[Ha habido rumores perturbadores concernientes al Imperio Oriental. Ha sido considerada demasiado peligrosa para que cualquier elfo viaje dentro de ese país bajo cualquier circunstancia. Por favor entiende que esta es una orden viniendo desde Maple.] Glenys
Ya sea que las palabras de Glenys se las arreglaron para calmar su enojo o no, Ariane, no obstante, regresó a su asiento.
Aunque sus ojos dorados no eran visibles, su puño cerrado fuertemente apretado hacía claro cómo se sentía ella.
Chiome miró de aquí a allá entre las dos en confusión.
[También tienes una nueva misión. ¿Serías tan amable de guiar a Arc hacia el manantial que se le fue prometido por ayudar en la misión de rescate? Me haría feliz si pudieses.] Glenys
Ariane levantó su cabeza y me miró a mí mientras Glenys alegremente explicaba la misión.
La misión de Ariane había sido viajar por el país y rescatar a los elfos secuestrados. La razón por la que yo acepté el trabajo como un aventurero fue para ser dicho la ubicación de un manantial místico ubicado cerca del Árbol del Rey Dragón.
De acuerdo a Dylan, el anciano de Raratoia, el manantial se rumoreaba removía todas las maldiciones. Al ubicar ese manantial, yo podía potencialmente deshacer mi aparente maldición que reducía mi cuerpo a un esqueleto.
Cuando concentré mi atención en Ariane, vi que ella estaba sentada ahí inmóvil con una extraña mirada en su rostro.
Estaba a punto de decir algo a ella, pero Ariane habló antes de que yo pudiese abrir mi boca.
[Eso es correcto… Gracias por toda tu ayuda, Arc.] Ariane
Los hombros de Ariane cayeron mientras ella medio cerraba sus ojos y comenzaba a reír.
[Sería bueno si simplemente me dice su ubicación, ¿correcto?] Arc
Aunque sería lamentable separarme de ella, no quería causarle más problemas a ella al tenerla a ella guiándome hacia el manantial.
Tenía ese pensamiento en mi mente cuando hice mi sugerencia, pero Ariane inmediatamente lo rechazó.
[Arc, si dejamos a alguien tan direccionalmente retador como tú solo, ¿en realidad lo alcanzarías?] Ariane
Yo estaba ligeramente conmocionado ante su golpe cortante.
Glenys, sin embargo, aplaudió con una sonrisa en su rostro.
[Entonces, ¡está decidido! Ya que el manantial está cerca del Árbol del Rey Dragón, tener a un elfo contigo debería abrir espacio para la negociación. Aunque la ubicación es especial, ¿estás preparado para el peligroso viaje?] Glenys
Sonó como que ella estaba hablando sobre una persona bastante problemática… Cualquiera sea el caso, es mejor poner atención, para no perder algo importante.
[Así que, ¿dónde está este lugar?] Arc
[Justo al norte de Raraotia, yace entre las Montañas Dragón de Viento, las Montañas Dragón de Hielo, y la Cordillera Dragón de Fuego.] Glenys
Cuando Glenys contestó mi pregunta, la mayormente silenciosa Chiome prácticamente saltó de su asiento, con su rostro normalmente sin emociones en un estado de shock mientras ella miraba a Glenys.
[¡Glenys-dono! ¿¡Usted conoce cómo entrar a ese lugar!?] Chiome
Más probablemente siendo arrastrada junto con el flujo de la conversación, Glenys le contestó.
[S-sí. Las Montañas Dragón de Viento son hogar de un gran número de dragones de viento, de ahí su nombre. Están separadas de la Cordillera Dragón de Fuego por un gran valle, el cual es solo accesible por una caverna ubicada en la base de la montaña.] Glenys
[¡Ese lugar! ¿¡Puedo acompañarlos cuando vayan a ese lugar!? Chiome
Chiome volteó de Glenys hacia mí y puso sus manos juntas en frente de su pecho mientras rogaba.
La confusión de Ariane ante el comportamiento de Chiome era claramente visible en su rostro desconcertado.
Mientras estaba perplejo yo mismo por su comportamiento, intenté preguntarle a Chiome la pregunta que los tres nosotros estábamos pensando.
[¿Hay algo en esa área que buscas?] Arc
[Sí. Arc-dono, ¿recuerda la solicitud que quería hacerle en Kesseck?] Chiome
Asentí en respuesta a esa pregunta. Si no me equivoco, ella había estado buscándome en Kesseck para pedirme ayuda.
[En realidad, yo quería pedir su ayuda para encontrar la entrada al valle entre las Montañas Dragón de Hielo y Viento… El Primer Jefe aparentemente tenía un escondite en esa área, y quería usar la magia de transferencia de Arc-dono para encontrarlo.] Chiome
Glenys parecía bastante interesada en la explicación de Chiome.
Ariane miró hacía mí como si dejase la decisión a mí sobre cómo proceder.
De alguna manera, nuestros viajes como un trio continuarían por un rato más, y por alguna razón, yo estaba bastante complacido con eso.
Mientras intentaba contener mi alegría, miré abajo a mi propia taza de té y suspiré mientras me daba cuenta que no me había quitado mi casco todavía.
Colocando mi casco sobre la mesa, intenté sorber de mi té… sin embargo, Chiome de repente gritó en asombro.
[¿¡No-muerto!?] Chiome
Oh… olvidé que no le había dicho a ella sobre mi cuerpo todavía…
*****
Junto a la carretera principal que conectaba Olav, la Capital del Reino Rhoden, hacia el Archiducado Rinburuto estaba la ciudad de Hoban.
Suficientes tiendas de campaña fueron colocadas para alojar tres mil soldados que estaban actualmente acampados carca de Hoban.
Dentro de una tienda más larga y más notable que las otras, el primer príncipe del país, Sect Rondaro Carunon Rhoden, estaba sentado en una silla costosa mientras él sin atención escuchaba al más reciente reporte.
La altura de Sect y su figura real, añadido a su cabello y ojos café claros, estaba adornado en un uniforme militar lujoso. Él mostraba casi no interés en los resultados de la subyugación de Hauting Wolves mientras él mandaba afuera al oficial que reportaba eso.
Poco después del que oficial dejó la tienda, otro hombre entró.
El cabello y bigote café del hombre, junto con el uniforme militar personalizado que él estaba vistiendo, emanaba una atmosfera crítica.
Él era uno de los mayores generales de la nación, Setorion De Olsterio.
Antes, él era simplemente uno de los generales normales del país, pero durante un incidente reciente en la capital, él personalmente asesinó a su propio padre, Marudoira De Olsterio, y tomó su posición.
Cuando Setorion silenciosamente se arrodilló ante el príncipe Sect, él solicitó con sus ojos que las otras personas fuesen removidas de la tienda.
Fue solo después de que el príncipe Sect hizo un gesto para que las otras personas saliesen que los dos ellos empezaron a hablar.
[¿Es urgente?] Sect
Ante la breve pregunta de Sect, el general Setorion asintió después de rápidamente escanear el área.
[Hemos recibido palabras de Lord Tiosera, el cuerpo de la princesa Juliana no fue encontrado entre esos que han sido recuperados.] Setorion
Esas palabras causaron que el príncipe Sect se pusiese de pie y enojadamente mirase al general.
[¿¡Son ellos unos tontos!? ¿¡Acaso no recibimos su recuerdo junto con el reporte de Cox!? Han pasado unos pocos días desde entonces, ¿¡podría su cuerpo haber sido devorado por algunos de los monstruos que habitan el bosque!?] Sect
Cox era aquel quien había estado a cargo del asesinato de la princesa.
Cox Carlo De Brutus era también el primer hijo y heredero legítimo del Ducado Brutus.
Él había personalmente entregado el recuerdo de Juliana, junto con las noticias del éxito de la misión.
El príncipe miró abajo al general Setorion y se preguntaba si él había sido engañado.
[Había rastros de monstruos alimentándose de los cuerpos, pero fuimos todavía capaces de identificar varios guardaespaldas y los bandidos falsos. El carruaje de Juliana también hace falta…] Setorion
El General Setorion habló en un tono bajo, con sus ojos hacia abajo, mientras él reportaba lo que él había aprendido anteriormente.
El príncipe Sect se sintió tan irritado por este cambio de eventos que él se había alejado del hombre quien simplemente cumplía con su trabajo para rechinar sus dientes.
[¡Envía a un mensajero a la capital, y has que Cox recuente su historia otra vez! ¡Has que el Lord Tiosera busque en el área circundante otra vez! Las cosas se volverán problemáticas para nosotros si Juliana de alguna manera se las arregló para sobrevivir…] Sect
En respuesta a su orden, el General Setorion saludó al príncipe antes de dejar la tienda.
Mirando a él partir, el príncipe Sect regresó a su asiento y comenzó a revisar su situación actual.
[Necesito eliminar la rebelión en Hoban rápidamente y regresar a la capital… Es como si un lazo está apretándose alrededor de mi cuello.] Sect
El príncipe miró en la dirección de Hoban mientras hablaba.
Él estaba bien consciente de la situación ahí, ya que él fue aquel quien había suministrado el dinero y armamento que había provocado la rebelión. El territorio estaba ahora en un estado de caos y el ejército del rey había sido despachado junto con el príncipe para regresar el orden al territorio.
El príncipe Sect continuó hablando para sí mismo mientras miraba afuera a la distancia.
*****
El Imperio Leburan Sagrado, el cual unió la región oriental del continente del norte. La ciudad de Kesseck estaba ubicada cerca de la frontera sureña.
Una mina que se cavó en la Cordillera Annette, asentada en el fondo de la ciudad, mientras el gran bosque actuaba como marcador de frontera con el Gran Imperio Leburan yaciente la oeste.
El Reino Rhoden, situado al sur, bordeando ambos, el Imperio Occidental y el Oriental. Kesseck estaba rodeada por una muralla imponente que le daba la apariencia de una fortaleza.
Una fortaleza construida de prisa se erigía justo al oeste de la ciudad.
Dentro de la guarnición, había un solo hombre sentado en una cierta habitación al lado de una pila de documentos.
El interior de la habitación estaba escasamente decorado para mantener las apariencias. La bandera nacional del Imperio Leburan Sagrado fue levantada en la parte trasera de la habitación y sentado en frente de esta estaba el comandante de la fortaleza.
Alguien tocó a la puerta antes de enérgicamente entrar a la habitación.
[¿Llamó, Comandante?] Hombre
El hombre que entró saludó al Comandante sentado en el gran escritorio, quien tenía una mirada salvaje en sus ojos y un cuerpo endurecido por la batalla.
El Comandante, quien tenía el rango de Teniente Coronel, puso una caja de madera antes de responder el saludo.
[Mayor, nuestros ejes de la misión actual sobre las herramientas mágicas en esta caja.] Comandante
El hombre con el rango de Mayor enderezó su postura ante el comentario del Comandante.
[¡Disculpe!] Mayor
El Mayor soltó eso mientras recibía la caja del Teniente Coronel y la abrió. Sin embargo, el Mayor frunció el ceño cuando el vio el contenido de la caja.
Era difícil de describir.
Era una bola de cristal pulida que emitía un lustre hermoso mientras su superficie reflejaba el rostro del Comandante. Sin embargo, había un grotesco orbe flotando en el centro de la bola de cristal que parecía ser un globo ocular verde.
[Cuando voltees la bola en cualquier dirección, el ojo será capaz de detectar el nivel de misma adelante. Esta herramienta fue creada por el Instituto Mágico. La bola de cristal debería oscurecerse en respuesta al nivel del miasma.] Comandante
Al oír la explicación del Comandante, el Mayor volteó el extraño objeto en su mano.
[¿Funciona?] Mayor
[Sí, puedes atravesar a salvo el boque occidental… de lo que he oído.] Comandante
El Comandante encogió los hombros mientras se ponía de pie y caminaba hacia la ventana que daba al bosque que el acababa de mencionar.
El Mayor que sostenía la bola de cristal en su mano rio un poco cuando él oyó la declaración del Comandante.
Esta era una reacción nerviosa a esta extraña herramienta mágica creada por el Instituto Mágico que era dudoso incluso para su Comandante.
Cuando el hombre en cuestión oyó la risa, él volteó desde la ventana.
[Sin embargo, no olvides que es solo una herramienta que los chicos en el Instituto Mágico hicieron. Estoy confiando el éxito general de esta misión a ti.] Comandante
El Comandante miró directamente al Mayor mientras decía eso.
[¡Sí! ¡Partiré ahora mismo!] Mayor
Después de regresar la bola de cristal a su caja, el Mayor saludó al Comandante antes de dejar la habitación con esta.
Muchos soldados eran vistos de pie en formación en el campo abierto afuera de la guarnición. Detrás de esos soldados estaba un grupo de Ogros alineados en una formación similar.
Los Ogros, cada uno tenía un hacha de batalla de dos metros de altura atada a sus espaldas y un collar de color apagado alrededor de sus cuellos. Detrás incluso de ellos estaba un pequeño grupo de monstruos de tres metros de altura cabeza de toro conocidos como Minotauros.
Era una extraña vista el ver monstruos y soldados de pie juntos sin incidentes mientras la entrada trasera de la fortaleza era abierta y la compañía se movía.

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