domingo, 7 de abril de 2019

Capítulo 143 - Migrantes

El velero viniendo desde la Fortaleza Longsong lentamente atracó en el muelle de Border Town.
Después, la plancha fue bajada, las personas en el barco comenzaron a descender sobre la plancha mientras llevaban todo tipo de bolsas. Para la mayoría de ellos, era la primera vez que ellos habían puesto un pie sobre esta tierra extraña, por lo que ellos parecían estar algo perdidos por lo que ellos veían, pero los marineros detrás de ellos los instaron a moverse adelante e ignorar sus sentimientos incómodos.
Cuando la multitud comenzó a empujar hacia adelante, el pie de una mujer de mediana edad accidentalmente se resbaló. Su cuerpo perdió el balance de tal forma que ella ya estaba cayendo sobre la plancha. Sin embargo, otra mujer rápidamente dio un paso al frente y atrapó la muñeca de la mujer de mediana edad, deteniéndola de caer.
[Gracias… gracias,] Mujer
El pecho de la mujer rescatada todavía estaba subiendo y bajando rápidamente, mostrando su persistente miedo mientras ella decía gracias varias veces.
La otra mujer, sin embargo, solo animadamente agitó su mano, indicando que un gracias no era necesario.
De pie sobre el muelle y esperando por los viajeros entrantes estaba Ferlin Eltek. Él inmediatamente vio que la mujer habilidosamente actuando era Irene, su amada esposa. Ella vestía un vestido blanco, y su largo cabello estaba enrollado encima de su cabeza; ella siempre lucía hermosa y refinada.
El Caballero ya no fue capaz de suprimir su emoción. El momento en que Irene finalmente puso un pie sobre el muelle, él inmediatamente comenzó a acercársele, forzando a la pobre mujer quien todavía estaba aferrándose a ella lejos de ella mientras totalmente ignoraba los gritos de las personas alrededor de él. Siendo acercada tan inesperadamente, Irene se sorprendió, pero al momento que ella reconoció que era Ferlin quien la había abrazado, ella cayó en sus brazos.
[Cuando oí las noticias de la derrota del Duque, realmente me asusté. Y cuando yo luego intenté reunirme contigo en la Fortaleza Longsong, nunca obtuve la oportunidad,] Irene
Irene inmediatamente comenzó a hablar,
[Afortunadamente, estás a salvo ahora.] Irene
[Fui aprisionado en el calabozo del castillo del Lord, y era imposible para los guardias dejarte entrar,] Ferlin
Ferlin explicó mientras el dejaba ir a su esposa.
[Cómo fue tu tiempo durante la última mitad del mes, ¿estuvo bien?] Ferlin
[…] Irene
Por un momento ella no le dio a él una respuesta, pero entonces, ella silenciosamente dijo,
[Dejé el teatro.] Irene
Ferlin inmediatamente entendió el significado detrás de las palabras de su esposa. Durante el tiempo cuando él todavía era el Primer Caballero en los Territorios Occidentales, solo el Duque se atrevió a poner sus manos sobre su cuerpo. Sin embargo, cuando él se volvió el prisionero de Su Real Alteza, los hombres en el grupo de teatro de Irene ya no tenían que esconder sus intenciones maliciosas. Ellos solo estaban esperando por la oportunidad correcta para asaltarla. Por lo que, si ella todavía hubiese ido al teatro a trabajar, hubiese sido lo mismo como mandar a una oveja a la guarida de un tigre.
[Eso no importa, conseguí un trabajo aquí, y el salario también no es bajo.] Ferlin
Ferlin intentó reconfortarla,
[Primero vayamos a casa. Ahí, podemos hablar en paz.] Ferlin
[¿Casa?] Irene
Irene estaba claramente sorprendida,
[¿No tenemos que vivir separadamente?] Irene
Usualmente, los prisioneros quienes no eran asesinados durante la lucha y quienes no eran liberados eran mayormente usados como culis. Estos prisioneros eran empaquetados en grupos y tenían que vivir en tiendas o en barracas, acostados en el suelo el cual estaba solo cubierto con paja. Al mismo tiempo, las familias de tales prisioneros no eran tratadas nada mejor. Las mujeres tenían que vivir en campamentos especiales, donde ellas también tenían que dormir sobre el suelo. Durante el tiempo que los hombres trabajaban, las mujeres tenían que limpiar los hogares de los hombres y lavar sus ropas.
Pensando en esto, Ferlin sintió una cálida sensación dentro de su corazón. En la granja cerca de la Fortaleza Longsong, Irene al menos tenía su propia habitación espaciosa con una cama agradable y suave. Aun así, ella todavía eligió venir a Border Town por su propia cuenta. Aunque ella sabía que ella tenía que vivir con otras mujeres en una pequeña casa o tienda y tendría que hacer labor forzada cada día, aun así, ella no dudó.
[Ahora soy un profesor.] Ferlin
En una mano, él tomó el equipaje de Irene y con la otra, él agarró su mano. Ellos caminaron lado a lado en la dirección del distrito “Nueva Civilización”,
[Como un profesor, obtengo mi propia casa gratis.] Ferlin
A decir verdad, cuando él había primero oído el trato de los profesores del Príncipe, él no había esperado demasiado. Como un prisionero, tener su propia habitación podía ser visto como bueno. Incluso si la habitación tenía fugas donde el viento y la lluvia podían pasar, todavía sería una buena área para vivir después de repararlo por él mismo. Pensando en esto, el resultado actual era totalmente inesperado para él; él nunca hubiese pensado que las casas asignadas para los profesores serían tan… regulares.
Entrando al nuevo distrito, las calles de repente se volvieron espaciosas, y el suelo se volvió cubierto de grava gris. Las piedras sobre el suelo eran lisas y planas e incluso después de caminar sobre ellas por un largo rato, sus pies no dolerían. Al principio, Ferlin no entendía la razón de todo esto; esto era claramente un desperdicio de mano de obra y el tiempo de los canteros. Él no entendió la razón por esto hasta que él vio el agua de lluvia fluyendo junto a las aberturas en las piedras hundidas en el suelo en un día con fuerte lluvia. El agua de lluvia fue guiada a las zanjas de drenaje en ambos lados del camino. En la Fortaleza Longsong, cada vez cuando llovía, las calles se volvían lodosas y estaban cubiertas con charcos, por lo que las nuevas calles en Border Town eran muchas veces mejores.
Irene, quien estaba echando un vistazo a sus alrededores, mostró una expresión desconcertada y preguntó,
[Aquí todas las casas parecen ser nuevas, ¿estás seguro que fuiste por el camino correcto?] Irene
[Sí, mi amada, casi llegamos.] Ferlin
Dos esquinas más tarde, Ferlin Eltek se detuvo en frente de una casa de ladrillo de dos pisos con Irene.
[Llegamos.] Ferlin
[¿Dónde?] Irene
Ella volteó alrededor dos veces, solo para ver que su esposo todavía estaba mirando a la casa directamente en frente de ellos. No atreviéndose a preguntar en voz alta, ella cubrió su boca,
[¿Toda la casa es nuestro hogar?] Irene
[Por supuesto que no,] Ferlin
Ferlín rio.
[Este es el edificio de profesores, nuestro hogar está en medio del segundo piso, ahora, entremos.] Ferlin
Sacando la llave de su bolsillo para abrir la puerta, Felin jaló a su esposa de la mano dentro del nuevo hogar. Su hogar contenía un salón central, dos recamaras y dos habitaciones auxiliares, las cuales estaban libremente disponibles para ellos. Aunque las habitaciones eran pequeñas, todavía eran sorpresivamente cómodas. Ya sea que fuesen las decoraciones del salón central o el diseño de la recamara, todo se sentí bastante refrescante. Y ahora, con Irene al lado de Ferlin, la casa era ahora incluso más perfecta.
[El Cielo, ¿estás seguro que fuiste tomado cautivo?] Irene
Irene no pudo detenerse a sí misma mientras corría de una habitación a otra, cuidadosamente mirando a todo. Ella estaba tan emocionada como una niña pequeña,
[¿En realidad viviremos aquí?] Irene
[Bien, por supuesto.] Ferlin
Ferlin contestó felizmente y tomó algo de pan y queso de la alacena y los colocó sobre la mesa.
[No comiste nada a bordo, ¿correcto? Primero llenemos nuestros estómagos, tendré que salir a trabajar más luego.] Ferlin
[Correcto, eres un profesor ahora,] Irene
Irene corrió de regreso a su esposo,
[¿tienes que enseñar a los hijos de la nobleza?] Irene
[No, no a los nobles, en su lugar, tengo que instruir a los ciudadanos de Su Alteza.] Ferlin
[¿Ciudadanos?] Irene
Irene no podía creer lo que ella había oído,
[¿enseñarles qué?] Irene
Decidiendo que un ejemplo sería mejor que su explicación, él tomó un libro de la mesa y se lo dio a su esposa,
[Tengo que enseñarles como leer y escribir. Esto fue dado a mí por Su Alteza, mi… “material de enseñanza”] Ferlin
Aun si él había elegido convertirse en un profesor, pero él todavía estaba preocupado que él sería incapaz de hacer el trabajo. Después de todo, normalmente, siempre era un anciano de cabello blanco quien servía como profesor. Sin embargo, el asistente del Su Real Alteza había dicho que él debería solo enseñar de acuerdo a los materiales de enseñanza. Mirando a este así llamado libro de texto, él se dio cuenta que el concepto de aprender a como leer y a escribir podía también ser refinado hasta tal grado.
Desde el método de enseñanza hasta los contenidos de los cursos, todo estaba escrito. En la primera página, también había una lista de docenas de preguntas frecuentemente hechas por profesores novatos, tales como, “¿Cómo volverse un buen profesor? ¿Cómo despertar el interés de los estudiantes en aprender? ¿Cómo evaluar la efectividad de la enseñanza de uno?” las respuestas siempre eran cortas y fáciles de entender, dando al lector la sensación de haber aprendido algo nuevo. Sin darse cuenta por sí mismo, Ferlin y había sido atraído hacia el libro, incluso antes de empezar su profesión.
Irene también era claramente tal caso, desde temprana edad ella había vivido en el teatro y tuvo que leer muchos libros y los guiones para las obras. Ferlin había lamentado más de una vez que con el rostro e inteligencia de su esposa, si ella hubiese nacido en una familia aristocrática, su nombre habría ciertamente sido conocido como una mujer sobresaliente.
Después de voltear unas pocas páginas, Irene de repente levantó su cabeza y preguntó,
[Previamente dijiste… que, ¿los profesores son pagados bastante bien?] Irene
[20 Silver Royals al mes, y un incremento anual de cinco.] Ferlin
[Y no hay teatro aquí, ¿correcto?] Irene
[No… hay,] Ferlin
Ferlin dudó, él ya había adivinado la idea de su esposa.
Bastante seguro, la otra parte cerró el libro y riendo dijo,
[Entonces está decidido, yo también me convertiré en profesora, Cariño, justo como tú.] Irene

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