Continuamos a través de
la carretera descuidada con una considerable velocidad. Mientras los guardias
montados a caballo escoltaban el carruaje al lado de este, el sonido de las
herraduras hacía eco. El carruaje saltaba de vez en cuando, debido a que las
ruedas se encontraban con piedras a lo largo del camino.
Silenciosamente miré la
parte de atrás del carruaje, mirando a través de la ventana trasera. A la
derecha del camino estaba el cauce del río, con la superficie del agua siendo
iluminada por el sol que se desvanecía, coloreando los alrededores con luz del
crepúsculo. Una colina gentilmente inclinada estaba a la izquierda, y una manada
de animales podía ser vista moviéndose a lo largo de esta. Justo adelante,
pequeños arbustos empezaron a alinearse en la carretera, y comenzaron a emitir
sus sombras a lo largo de la tierra.
Solo el sonido de las
ruedas del carruaje y las pezuñas de los caballos hacían eco a través del área,
sin anormalidades encontradas por ninguna parte. Sin embargo, los escoltas
parecían haber caído en un pesado silencio. Esto era debido a la inesperada
situación con la que el grupo se topó hace poco.
Lauren Ojou-sama, como la
representante de la casa Rubierute, había asistido al baile celebrado en la
casa de Diento. Mientras hacíamos el viaje de regreso, un grupo de bandidos
emboscó a nuestro grupo. Con más de veinte ladrones acercándose, nueve de
nuestros guardias rompieron formación para atrasarlos tanto como les fuese
posible y prevenir una persecución posterior.
Solo cinco soldados y un
solo caballero permanecieron con el carruaje. Y no había señales de ninguno de
los guardias anteriores alcanzando el carruaje por detrás.
Dentro del carruaje,
mirando el paisaje de paso a través de la ventana, Lauren Ojou-sama tenía una
expresión de ansiedad. Su largo cabello color castaño se balanceaba, y parecía
haber perdido todo su usual lustre debido a la tensión y ansiedad. Ella tenía
un rostro pequeño y pequeñas pestañas, con sus ojos marrón claro emitiendo un
tipo de sentimiento pasajero.
La chica de dieciséis
años de edad vestía un lujoso vestido azul claro, con el brillo de la puesta de
sol, el cual entraba a través de la ventana del carruaje, dándole un tinte
carmesí.
Dentro del carruaje, la
única otra persona era yo, su criada. Mientras usualmente este era un lugar
para una charla ociosa, ahora ninguna de nosotras hablábamos una sola palabra.
Después de un tiempo, la
velocidad del carruaje de repente se redujo, luego el relincho de un caballo
fue escuchado. La ventana del cochero se abrió, y él ofreció una disculpa.
[Lo siento, Ojous-sama.
Los caballos no son capaces de durar más tiempo, así que tendrá que caminar de
aquí en adelante.] Cochero
Desde el tiempo en que
los bandidos nos emboscaron hasta ahora, los caballos habían estado
constantemente jalando el carruaje. Parecía que ellos habían finalmente
alcanzado sus límites. Como se esperaba, era una dura tarea incluso para cuatro
caballos. Bien, en cualquier caso, era el caballo del caballero el que sufrió
más.
Cuando me asomé afuera de
la ventana, vi al hombre de mediana edad atando su caballo contiguo al
carruaje. Él era uno de los caballeros bajo el servicio de la casa de
Ribieruto, Maudlin-sama. Los escoltas restantes se reunieron alrededor de él.
Maudlin-sama terminó de
secar el sudor del cuello de su caballo con una toalla. Su cabello era corto y
en orden, y él lucía un bigote bien arreglado. Aunque él era estaba vestido con
una armadura corporal liviana, su estatura revelaba los tonificados músculos
debajo de esta.
[Maudlin-sama, ¿se
rindieron los bandidos?] Criada
Desde la ventana del
carruaje, pregunté mientras miraba detrás de él.
[Estaba preocupado debido
a que el número de personas enviadas en contra de los bandidos eran pocas, pero
ya que ninguno ha venido en nuestra persecución, tal vez ya es seguro.
Comunícale esto, por favor, a Ojou-sama.] Maudlin
En respuesta,
Maudlin-sama me mostró una tranquilizadora sonrisa dentada.
[¿Es así? Finalmente
puedo descansar tranquila después de escuchar eso.]
Criada
Miré a la carretera en
frente del carruaje.
Los arbustos que estaban
concentrados a lo largo de la carretera más atrás, habían ahora desaparecidos a
lo largo del camino. La ladera que era visible desde la carretera estaba ahora
dentro de la distancia caminando. A como lo miraba, no podía hacer nada más que
sentir una aura opresiva en la parte de atrás de mi cuello. La sensación de
hormigueo me hizo fruncir el ceño.
Después de mirarme, Maudlin-sama
también, atentamente, miró el área circundante. Justo cuando notamos algo, el
sonido del aire se distorsionó mientras múltiples flechas volaban hacia
nosotros.
[Goha-] Cochero
Con un sonido sordo
mientras penetraban la carne, dos flechas golpearon al cochero. En ese momento,
las ruedas del carruaje se atascaron en una piedra del camino, causando que el
cuerpo saltará y fuese tirado. El cuerpo del cochero luego bloqueó las ruedas,
previniendo que el carruaje se moviera.
Además, numerosas flechas
volaron de entre los arbustos, perforando a dos de los escoltas.
[¡Mierda! ¿Había otra
emboscada? ¿Cómo puede esto estar pasando?] Maudlin
De repente apareciendo de
la cima de las crestas contiguas a la carretera, con el sonar de las pezuñas,
seis bandidos cargaron hacia la caravana. Las flechas inmovilizando a los
escoltas, permitieron que los bandidos montados a caballo acercarse sin ser atacados.
Dos guardias más fueron atravesados por flechas, y otro cayó ante los bandidos
en un instante. Justo cuando Maudlin-sama noqueaba a uno de los bandidos que se
acercaban con su espada, dos personas emergieron de entre los arbustos para
recuperar el control del caballo sin jinete.
[¡Rita-dono! ¡El
carruaje!] Maudlin
Ante la voz de
Maudlin-sama, sentí que mi cabeza finalmente se despejaba. Salí del carruaje y
pateé el cuerpo del cochero para liberar las ruedas. Con la rueda trasera ahora
desbloqueada, el carruaje podía moverse otra vez.
Intenté abordar el
asiento ensangrentado del cochero, solo para tener mi uniforme de criada
agarrado por detrás, forzándome a caer en el suelo. Mi espalda golpeó el suelo
fuertemente, y todo el aire en mis pulmones fue forzado a salir. Desde la
esquina de mis ojos, vi a uno de los guardias colapsando hacia el suelo.
El bandido que me había
jalado y tirado al piso y me estaba ahora arrastrando entro en mi línea de
visión. Él tenía una sonrisa vulgar en su rostro.
[¡GUAAA!] Maudlin
En ese momento, una voz
masculina llena de dolor fue escuchada. Cuando miré en la dirección de la voz,
una escena impensable tenía lugar ante mis ojos.
Uno de los guardias
detrás de Maudlin-sama tenía su espada incrustada entre uno de los espacios
vacíos de la armadura de Maudlin-sama. El rostro de Maudlin-sama se retorcía
intensamente.
[¿Casuda? ¡Así que fue
gracias a ti!] Maudlin
Después de haber sido
apuñalado en la espalda, Maudlin-sama intentó doblar su cuerpo para cortar al
ex guardia Casuda. Sin embargo, su oponente, quien estaba similarmente en un
caballo, con una leve sonrisa, tomó la oportunidad para empujarlo hacia el
suelo.
De repente, un bandido un
físico un poco mejor que el resto saltó desde su caballo y apuñaló a
Maudlin-sama en el cuello con su espada. Sangre fue rociada, y el suelo
alrededor de Maudlin-sama fue teñido en rojo.
[Hey, amablemente saca a
la Ojou-sama del interior del carruaje.] Bandido
Jefe
El bandido con mejor
constitución física dio instrucciones a los otros mientras revelaba sus dientes
amarillos. Él tenía rasgos cuadrados los cuales eran complementados por el
cabello largo atado en detrás de su espalda, con una barba desarreglada que
cubría el contorno de su mandíbula y hacía imposible ver su cuello. Él llevaba
una espada con filo en solo uno de sus lados con un brazo que estaba cubierto
en viejas cicatrices. Este hombre parecía ser el líder de estos bandidos.
Siguiendo sus órdenes,
los otros bandidos desmontaron sus caballos y corrieron hacia el carruaje. La
puerta del carruaje fue bruscamente, y Lauren Ojou-sama fue sacada al exterior.
[¡No! ¡Libérame de una
vez!] Lauren Ojou-sama
Aunque Ojou-sama
forcejeaba desesperadamente, retorciendo su cuerpo, sus brazos fueron atados
por dos hombres. Fui agarrada en un estilo similar y arrastrada junto con ella.
[¡Hey! ¡Ten cuidado
cuando remuevas sus ropas! ¡Podemos venderlas por un buen precio!] Bandido Jefe
El líder de los bandidos
gritó a los dos hombres que retenían a Ojou-sama.
[Jefe, ya que maté a ese
tipo, ¿puedo probarla…?] Bandido 1
Uno de los bandidos,
quien estaba quitando las prendas de Ojou-sama preguntó al líder.
[¡Imbécil! ¡Soy el
primero en clavarla! ¡Puedes tener tu turno cuando termine!] Bandido Jefe
[¡Es-espera solo un
minuto! Yo fui el informante, ¡así que debería ir primero!] Casuda
Casuda, el ex escolta,
protesto en voz alta al jefe de los bandidos. El jefe lo volteó a ver con unos
ojos peligrosos, y luego, casualmente, enterró su espada a través de la
garganta de Casuda.
[¡Gayhu!] Casuda
Un débil grito fue
expresado por el traidor mientras una espada sobresalía por detrás de su
cabeza. Casuda cayó como una marioneta con sus hilos cortados, mientras los
otros bandidos miraban con una sonrisa desagradable en sus rostros.
[Desde el principio, ¡no
comparto!] Bandido Jefe
Mientras el jefe decía
eso, él pateo la cabeza del ahora muerto hombre. Con un sonido sordo, el cráneo
se rompió, mientras el cuello se torcía hacía la dirección del sol naciente.
[¡Jii!] Lauren Ojou-sama
Ojou-sama expresó un
pequeño grito al ver esto. Una mancha amarilla se esparció sobre su ropa
interior, y un pequeño charco apareció debajo de ella.
[Augh, ¡esta chica se
orino encima!] Bandido 2
Ante el grito del bandido
reteniendo a Ojou-sama, los hombres de alrededor comenzaron a reír vulgarmente.
[No podemos vender ropa
interior sucia, tíralos.] Bandido Jefe
Ante las palabras del
jefe, la ropa interior manchada fue removida rápidamente. El arbusto castaño
mojado de Ojou-sama fue expuesto ante los obscenos ojos de los hombres.
[¡Nooo! ¡Déjenme ir!] Lauren Ojou-sama
Desesperada, queriendo
alejarse de las miradas de los hombres, ella agitaba sus pies en un intento de
escapar. Sin embargo, el jefe hizo que uno de los bandidos sostuviera sus pies,
mientras él removía sus pantalones y exponía su sucia cosa.
[¡Detente! ¿Sabes lo que
pasará si haces tal cosa?] Criada
Expresé mi condena a los
hombres.
[¡Antes de preocuparte
por los demás, deberías primero preocuparte por ti misma!] Bandido 3
Mientras uno los bandidos
que me sostenía dijo eso, él desgarró descuidadamente mi simple atuendo de
criada. Mi sostén fue desgarrado también, y uno de mis pechos fue expuesto. Lo
cubrí rápidamente, pero mi mano fue entonces brutalmente tirada al suelo.
[Te haré sentir bien
junto con ese Ojou-sama de allá, ¡jajaja!] Bandido
3
Cuando el hombre se rio,
una ola de aire rancio golpeo mi rostro. Él entones comenzó a jalar mis pantis
hacia abajo. Ambos de mis brazos fueron retenidos por uno de los hombres,
mientras una de mis piernas fue atrapada por el otro. Mientras estaba colgando
sobre mí, el jefe estaba preparándose para golpear las profundidades del lugar
privado de Ojou-sama en solo golpe.
En ese momento – una gran
sombra apareció detrás de los bandidos.
Fue un evento que ocurrió
en un instante. Un imponente caballero se puso de pie detrás del jefe de los
bandidos quien estaba encima de Ojou-sama.
Con una armadura que
resplandecía con un color plateado brillante, con tonos azules y blancos, y
decorada con los más finos detalles, él parecía como si fuese un Caballero
Santo salido de un cuento. El manto negro azabache que ondeaba detrás de él
parecía haber sido hecho del cielo de una noche estrellada misma. El visor del
casco escondía su rostro, y, como resultado, sus expresiones y emociones
estaban todas escondidas.
La espada alzada en su
mano derecha parecía extenderse sin fin, y vibraba con una abrumadora presencia
mientras brillaba con una misteriosa luz color índigo.
La espada del caballero
destello en la dirección del jefe y los bandidos quienes retenían los pies de
Ojou-sama. La hoja se movió como si pudiera cortar el aire, y dejó un rastro de
luz en su estela. El caballero tomó un gran paso al lado, y con un corte
invertido, la espada liberó otra estela de luz. El arco de la espada parecía
cubrir el cielo mismo mientras una línea de luz resplandecía entre los dos
hombres reteniendo las muñecas de Ojou-sama.
- Todo esto pasó en un
abrir y cerrar de ojos.
Al momento siguiente, el
torso del jefe se separó de su cuerpo. Los bandidos que estaban reteniendo los
pies no tenían nada desde el cuello para arriba, sus cabezas rodaban en el
suelo encarando la dirección del amanecer. Los bandidos a cargo de las muñecas,
tenían sus cabezas cortadas a la mitad, la sangre rociada magníficamente cubría
un matorral cercano, tiñendo el escenario, ya coloreado por el ocaso, incluso
más rojo.
En cuanto al hombre que
tenía su sucia cosa fuera mientras apoyaba uno de sus pies sobre mi abdomen y
el hombre que me retenía, sus cerebros finalmente se dieron cuenta que algo anormal
estaba pasando.
[¡Uwaahh!
¡Mo-Monstruoooo!] Bandidos
Los dos hombres peleaban
por huir, pero el hombre, quien tenía sus pantalones abajo, tropezó, y cayó
cerca de mí. Antes de notarlo, la punta de la espada del caballero ya había
sido blandida, y el hombre colapso en el suelo como una rana al cual había sido
pisada.
El caballero plateado
jalo su espada desde la brocheta humana, y se volteó hacia el hombre todavía
corriendo. Lentamente, con un solo paso, él blandió su espada, una vez más
enviando un blanco destello. En todo caso, él meramente cortó el aire en frente
de él, mientras el hombre había corrido una buena distancia. Y aun así, la
parte superior e inferior del cuerpo del hombre huyendo se separaron,
colapsando en el suelo.
Hasta que los bandidos se
volvieron trozos de carne, el caballero no habló; el simplemente se sentó ahí y
brillo tres veces. Con un swing ligero, el caballero plateado enfundo su
espada. Él entonces miró hacia nosotras, y una voz ligeramente apagada podía
ser escuchada desde las profundidades del casco, que escondía completamente su
expresión.
[¿Están bien?] Protagonista
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