domingo, 14 de mayo de 2017

Capítulo 2 - Un Ataque Sorpresa no es Cobarde (Parte I)

Continuamos a través de la carretera descuidada con una considerable velocidad. Mientras los guardias montados a caballo escoltaban el carruaje al lado de este, el sonido de las herraduras hacía eco. El carruaje saltaba de vez en cuando, debido a que las ruedas se encontraban con piedras a lo largo del camino.

Silenciosamente miré la parte de atrás del carruaje, mirando a través de la ventana trasera. A la derecha del camino estaba el cauce del río, con la superficie del agua siendo iluminada por el sol que se desvanecía, coloreando los alrededores con luz del crepúsculo. Una colina gentilmente inclinada estaba a la izquierda, y una manada de animales podía ser vista moviéndose a lo largo de esta. Justo adelante, pequeños arbustos empezaron a alinearse en la carretera, y comenzaron a emitir sus sombras a lo largo de la tierra.
Solo el sonido de las ruedas del carruaje y las pezuñas de los caballos hacían eco a través del área, sin anormalidades encontradas por ninguna parte. Sin embargo, los escoltas parecían haber caído en un pesado silencio. Esto era debido a la inesperada situación con la que el grupo se topó hace poco.

Lauren Ojou-sama, como la representante de la casa Rubierute, había asistido al baile celebrado en la casa de Diento. Mientras hacíamos el viaje de regreso, un grupo de bandidos emboscó a nuestro grupo. Con más de veinte ladrones acercándose, nueve de nuestros guardias rompieron formación para atrasarlos tanto como les fuese posible y prevenir una persecución posterior.
Solo cinco soldados y un solo caballero permanecieron con el carruaje. Y no había señales de ninguno de los guardias anteriores alcanzando el carruaje por detrás.

Dentro del carruaje, mirando el paisaje de paso a través de la ventana, Lauren Ojou-sama tenía una expresión de ansiedad. Su largo cabello color castaño se balanceaba, y parecía haber perdido todo su usual lustre debido a la tensión y ansiedad. Ella tenía un rostro pequeño y pequeñas pestañas, con sus ojos marrón claro emitiendo un tipo de sentimiento pasajero.
La chica de dieciséis años de edad vestía un lujoso vestido azul claro, con el brillo de la puesta de sol, el cual entraba a través de la ventana del carruaje, dándole un tinte carmesí.

Dentro del carruaje, la única otra persona era yo, su criada. Mientras usualmente este era un lugar para una charla ociosa, ahora ninguna de nosotras hablábamos una sola palabra.
Después de un tiempo, la velocidad del carruaje de repente se redujo, luego el relincho de un caballo fue escuchado. La ventana del cochero se abrió, y él ofreció una disculpa.

[Lo siento, Ojous-sama. Los caballos no son capaces de durar más tiempo, así que tendrá que caminar de aquí en adelante.] Cochero
Desde el tiempo en que los bandidos nos emboscaron hasta ahora, los caballos habían estado constantemente jalando el carruaje. Parecía que ellos habían finalmente alcanzado sus límites. Como se esperaba, era una dura tarea incluso para cuatro caballos. Bien, en cualquier caso, era el caballo del caballero el que sufrió más.

Cuando me asomé afuera de la ventana, vi al hombre de mediana edad atando su caballo contiguo al carruaje. Él era uno de los caballeros bajo el servicio de la casa de Ribieruto, Maudlin-sama. Los escoltas restantes se reunieron alrededor de él.
Maudlin-sama terminó de secar el sudor del cuello de su caballo con una toalla. Su cabello era corto y en orden, y él lucía un bigote bien arreglado. Aunque él era estaba vestido con una armadura corporal liviana, su estatura revelaba los tonificados músculos debajo de esta.

[Maudlin-sama, ¿se rindieron los bandidos?] Criada
Desde la ventana del carruaje, pregunté mientras miraba detrás de él.

[Estaba preocupado debido a que el número de personas enviadas en contra de los bandidos eran pocas, pero ya que ninguno ha venido en nuestra persecución, tal vez ya es seguro. Comunícale esto, por favor, a Ojou-sama.] Maudlin
En respuesta, Maudlin-sama me mostró una tranquilizadora sonrisa dentada.

[¿Es así? Finalmente puedo descansar tranquila después de escuchar eso.] Criada
Miré a la carretera en frente del carruaje.

Los arbustos que estaban concentrados a lo largo de la carretera más atrás, habían ahora desaparecidos a lo largo del camino. La ladera que era visible desde la carretera estaba ahora dentro de la distancia caminando. A como lo miraba, no podía hacer nada más que sentir una aura opresiva en la parte de atrás de mi cuello. La sensación de hormigueo me hizo fruncir el ceño.
Después de mirarme, Maudlin-sama también, atentamente, miró el área circundante. Justo cuando notamos algo, el sonido del aire se distorsionó mientras múltiples flechas volaban hacia nosotros.

[Goha-] Cochero
Con un sonido sordo mientras penetraban la carne, dos flechas golpearon al cochero. En ese momento, las ruedas del carruaje se atascaron en una piedra del camino, causando que el cuerpo saltará y fuese tirado. El cuerpo del cochero luego bloqueó las ruedas, previniendo que el carruaje se moviera.

Además, numerosas flechas volaron de entre los arbustos, perforando a dos de los escoltas.
[¡Mierda! ¿Había otra emboscada? ¿Cómo puede esto estar pasando?] Maudlin

De repente apareciendo de la cima de las crestas contiguas a la carretera, con el sonar de las pezuñas, seis bandidos cargaron hacia la caravana. Las flechas inmovilizando a los escoltas, permitieron que los bandidos montados a caballo acercarse sin ser atacados. Dos guardias más fueron atravesados por flechas, y otro cayó ante los bandidos en un instante. Justo cuando Maudlin-sama noqueaba a uno de los bandidos que se acercaban con su espada, dos personas emergieron de entre los arbustos para recuperar el control del caballo sin jinete.
[¡Rita-dono! ¡El carruaje!] Maudlin

Ante la voz de Maudlin-sama, sentí que mi cabeza finalmente se despejaba. Salí del carruaje y pateé el cuerpo del cochero para liberar las ruedas. Con la rueda trasera ahora desbloqueada, el carruaje podía moverse otra vez.
Intenté abordar el asiento ensangrentado del cochero, solo para tener mi uniforme de criada agarrado por detrás, forzándome a caer en el suelo. Mi espalda golpeó el suelo fuertemente, y todo el aire en mis pulmones fue forzado a salir. Desde la esquina de mis ojos, vi a uno de los guardias colapsando hacia el suelo.

El bandido que me había jalado y tirado al piso y me estaba ahora arrastrando entro en mi línea de visión. Él tenía una sonrisa vulgar en su rostro.
[¡GUAAA!] Maudlin

En ese momento, una voz masculina llena de dolor fue escuchada. Cuando miré en la dirección de la voz, una escena impensable tenía lugar ante mis ojos.
Uno de los guardias detrás de Maudlin-sama tenía su espada incrustada entre uno de los espacios vacíos de la armadura de Maudlin-sama. El rostro de Maudlin-sama se retorcía intensamente.

[¿Casuda? ¡Así que fue gracias a ti!] Maudlin
Después de haber sido apuñalado en la espalda, Maudlin-sama intentó doblar su cuerpo para cortar al ex guardia Casuda. Sin embargo, su oponente, quien estaba similarmente en un caballo, con una leve sonrisa, tomó la oportunidad para empujarlo hacia el suelo.

De repente, un bandido un físico un poco mejor que el resto saltó desde su caballo y apuñaló a Maudlin-sama en el cuello con su espada. Sangre fue rociada, y el suelo alrededor de Maudlin-sama fue teñido en rojo.
[Hey, amablemente saca a la Ojou-sama del interior del carruaje.] Bandido Jefe

El bandido con mejor constitución física dio instrucciones a los otros mientras revelaba sus dientes amarillos. Él tenía rasgos cuadrados los cuales eran complementados por el cabello largo atado en detrás de su espalda, con una barba desarreglada que cubría el contorno de su mandíbula y hacía imposible ver su cuello. Él llevaba una espada con filo en solo uno de sus lados con un brazo que estaba cubierto en viejas cicatrices. Este hombre parecía ser el líder de estos bandidos.
Siguiendo sus órdenes, los otros bandidos desmontaron sus caballos y corrieron hacia el carruaje. La puerta del carruaje fue bruscamente, y Lauren Ojou-sama fue sacada al exterior.

[¡No! ¡Libérame de una vez!] Lauren Ojou-sama
Aunque Ojou-sama forcejeaba desesperadamente, retorciendo su cuerpo, sus brazos fueron atados por dos hombres. Fui agarrada en un estilo similar y arrastrada junto con ella.

[¡Hey! ¡Ten cuidado cuando remuevas sus ropas! ¡Podemos venderlas por un buen precio!] Bandido Jefe
El líder de los bandidos gritó a los dos hombres que retenían a Ojou-sama.

[Jefe, ya que maté a ese tipo, ¿puedo probarla…?] Bandido 1
Uno de los bandidos, quien estaba quitando las prendas de Ojou-sama preguntó al líder.

[¡Imbécil! ¡Soy el primero en clavarla! ¡Puedes tener tu turno cuando termine!] Bandido Jefe
[¡Es-espera solo un minuto! Yo fui el informante, ¡así que debería ir primero!] Casuda

Casuda, el ex escolta, protesto en voz alta al jefe de los bandidos. El jefe lo volteó a ver con unos ojos peligrosos, y luego, casualmente, enterró su espada a través de la garganta de Casuda.
[¡Gayhu!] Casuda

Un débil grito fue expresado por el traidor mientras una espada sobresalía por detrás de su cabeza. Casuda cayó como una marioneta con sus hilos cortados, mientras los otros bandidos miraban con una sonrisa desagradable en sus rostros.
[Desde el principio, ¡no comparto!] Bandido Jefe

Mientras el jefe decía eso, él pateo la cabeza del ahora muerto hombre. Con un sonido sordo, el cráneo se rompió, mientras el cuello se torcía hacía la dirección del sol naciente.
[¡Jii!] Lauren Ojou-sama

Ojou-sama expresó un pequeño grito al ver esto. Una mancha amarilla se esparció sobre su ropa interior, y un pequeño charco apareció debajo de ella.
[Augh, ¡esta chica se orino encima!] Bandido 2

Ante el grito del bandido reteniendo a Ojou-sama, los hombres de alrededor comenzaron a reír vulgarmente.
[No podemos vender ropa interior sucia, tíralos.] Bandido Jefe

Ante las palabras del jefe, la ropa interior manchada fue removida rápidamente. El arbusto castaño mojado de Ojou-sama fue expuesto ante los obscenos ojos de los hombres.
[¡Nooo! ¡Déjenme ir!] Lauren Ojou-sama

Desesperada, queriendo alejarse de las miradas de los hombres, ella agitaba sus pies en un intento de escapar. Sin embargo, el jefe hizo que uno de los bandidos sostuviera sus pies, mientras él removía sus pantalones y exponía su sucia cosa.
[¡Detente! ¿Sabes lo que pasará si haces tal cosa?] Criada

Expresé mi condena a los hombres.
[¡Antes de preocuparte por los demás, deberías primero preocuparte por ti misma!] Bandido 3

Mientras uno los bandidos que me sostenía dijo eso, él desgarró descuidadamente mi simple atuendo de criada. Mi sostén fue desgarrado también, y uno de mis pechos fue expuesto. Lo cubrí rápidamente, pero mi mano fue entonces brutalmente tirada al suelo.
[Te haré sentir bien junto con ese Ojou-sama de allá, ¡jajaja!] Bandido 3

Cuando el hombre se rio, una ola de aire rancio golpeo mi rostro. Él entones comenzó a jalar mis pantis hacia abajo. Ambos de mis brazos fueron retenidos por uno de los hombres, mientras una de mis piernas fue atrapada por el otro. Mientras estaba colgando sobre mí, el jefe estaba preparándose para golpear las profundidades del lugar privado de Ojou-sama en solo golpe.
En ese momento – una gran sombra apareció detrás de los bandidos.

Fue un evento que ocurrió en un instante. Un imponente caballero se puso de pie detrás del jefe de los bandidos quien estaba encima de Ojou-sama.
Con una armadura que resplandecía con un color plateado brillante, con tonos azules y blancos, y decorada con los más finos detalles, él parecía como si fuese un Caballero Santo salido de un cuento. El manto negro azabache que ondeaba detrás de él parecía haber sido hecho del cielo de una noche estrellada misma. El visor del casco escondía su rostro, y, como resultado, sus expresiones y emociones estaban todas escondidas.

La espada alzada en su mano derecha parecía extenderse sin fin, y vibraba con una abrumadora presencia mientras brillaba con una misteriosa luz color índigo.
La espada del caballero destello en la dirección del jefe y los bandidos quienes retenían los pies de Ojou-sama. La hoja se movió como si pudiera cortar el aire, y dejó un rastro de luz en su estela. El caballero tomó un gran paso al lado, y con un corte invertido, la espada liberó otra estela de luz. El arco de la espada parecía cubrir el cielo mismo mientras una línea de luz resplandecía entre los dos hombres reteniendo las muñecas de Ojou-sama.

- Todo esto pasó en un abrir y cerrar de ojos.
Al momento siguiente, el torso del jefe se separó de su cuerpo. Los bandidos que estaban reteniendo los pies no tenían nada desde el cuello para arriba, sus cabezas rodaban en el suelo encarando la dirección del amanecer. Los bandidos a cargo de las muñecas, tenían sus cabezas cortadas a la mitad, la sangre rociada magníficamente cubría un matorral cercano, tiñendo el escenario, ya coloreado por el ocaso, incluso más rojo.

En cuanto al hombre que tenía su sucia cosa fuera mientras apoyaba uno de sus pies sobre mi abdomen y el hombre que me retenía, sus cerebros finalmente se dieron cuenta que algo anormal estaba pasando.
[¡Uwaahh! ¡Mo-Monstruoooo!] Bandidos

Los dos hombres peleaban por huir, pero el hombre, quien tenía sus pantalones abajo, tropezó, y cayó cerca de mí. Antes de notarlo, la punta de la espada del caballero ya había sido blandida, y el hombre colapso en el suelo como una rana al cual había sido pisada.
El caballero plateado jalo su espada desde la brocheta humana, y se volteó hacia el hombre todavía corriendo. Lentamente, con un solo paso, él blandió su espada, una vez más enviando un blanco destello. En todo caso, él meramente cortó el aire en frente de él, mientras el hombre había corrido una buena distancia. Y aun así, la parte superior e inferior del cuerpo del hombre huyendo se separaron, colapsando en el suelo.

Hasta que los bandidos se volvieron trozos de carne, el caballero no habló; el simplemente se sentó ahí y brillo tres veces. Con un swing ligero, el caballero plateado enfundo su espada. Él entonces miró hacia nosotras, y una voz ligeramente apagada podía ser escuchada desde las profundidades del casco, que escondía completamente su expresión.
[¿Están bien?] Protagonista

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