lunes, 3 de julio de 2017

Capítulo 17 - Esperando para Infiltrarse (Parte II)

Después de discutir los arreglos para la infiltración con Ariane, Danka ajustó su capucho, jalándola una vez más sobre sus ojos antes de sentarse con sus brazos cruzados por su pecho, y calmadamente cerró sus parpados. Parecía que todavía había un excedente de tiempo antes de la infiltración.
[Bien, entonces, debería intentar terminar de hacerme cargo de cierto negocio…] Arc
Mientras hablaba, me puse de pie y puse en mi hombro mi bolsa de equipaje, Ponta, quien estaba ronroneando debido a las caricias de Ariane, dejó salir un “¡Kyun!” sobre la mesa antes de levantarse y saltar a mi hombro.
Aunque la mirada de Ariane era un poco de envidia cuando ella miró esta escena, mientras me miraba, ella abrió su boca y dijo:
[Entiendo tus intenciones, pero…] Ariane
[No huiré de aquí ahora…] Arc
Ella parecía estar preocupada sobre algo, pero cuando intente garantizárselo, ella negó con la cabeza como si dijese que su preocupación era diferente.
[No estoy preocupada sobre tal cosa ahora. Quería decir que vuelvas tan pronto como puedas.] Ariane
Después de decir esto, ella se volteó. De alguna manera u otra, parecía haber ganado una tentativa confianza. Asintiendo, dije “Regresaré pronto” antes de dejar mi asiento. Ponta todavía tomó su lugar habitual reservado, y estaba meneando su cola de un lado a otro juzgando por las señales transmitidas desde la parte trasera de mi casco.
Dejando esa aldea de puestos, me dirigí calle abajo e hice mi camino hacía un área con tiendas alineadas. Las tiendas estaban ya cerradas; el brillo filtrándose por las ventanas y la luz de los postes lámparas esparcidas proveían la única fuente de iluminación.
Cuando llegué ante la tienda que había intentado visitar, sus puertas ya estaban cerradas, justo como todas las otras tiendas en la vecindad. Un letrero de madera con una espada y un escudo así como el nombre de la tienda de armas gravado sobre este estaba colgado sobre la tienda.
[Ah~, como era de esperarse, la tienda ya ha cerrado~. No se puede hacer nada; tendré que venir mañana…] Arc
Mientras me aseguraba si la tienda todavía estaba abierta, oí a un joven hombre hablando consigo mismo.
Cuando volteé para mirar atrás, un hombre en sus veintes, quien estaba sentado en un vagón que se detuvo en la calle ante la tienda de armas, tenía su cabeza sostenida en sus manos. Juzgando por su atmosfera y su apariencia, él es probablemente un vendedor ambulante de algún tipo. Las varias tipos de equipajes apilados en el vagón podrían ser distinguidas con la escasa luz que brillaba en la calle.
[¿Acaso el vendedor ambulante-dono tiene negocios con esta tienda de armas?] Arc
[¿Eh? ¡Ah! H-hey, ahí, ¡Caballero-sama!] Vendedor Ambulante
Cuando le llamé, el joven vendedor ambulante tuvo una expresión perpleja por un instante mientras volteaba hacía mí. Cuando él apropiadamente vio el caso plateado sobre mi manto negro, él saltó de su vagón apuradamente e inclinó su cabeza.
[Soy meramente un aventurero viajero; no hay necesidad de ser tan formal. Así que, ¿vendedor ambulante-dono tiene negocios con esta tienda de armas?] Arc
[¿Eh? ¡Ah! Eso es correcto. Planeaba venir aquí para surtirme de armas, pero mis arreglos para entrar a esta ciudad fueron considerablemente retrasados…] Vendedor Ambulante
El joven mercader dijo así con una sonrisa forzada. Esto seguramente era una bendición. Las armas que recolecté de los secuestradores no hace mucho eran un obstáculo con el que no se podía hacer nada.
[Oh, de hecho, vine aquí queriendo vender armas a esta tienda, pero desafortunadamente ya está cerrada… Si el vendedor ambulante-dono está bien con esto, ¿no las compraría de mí?] Arc
[¿Es esto realmente verdad? Um, y ¿podría mostrarme qué tipo de armas son…?] Vendedor Ambulante
[Por supuesto. Aunque es el botín de cuando subyugué bandidos…] Arc
Con estas palabras, coloqué la bolsa de equipaje que llevaban sobre mi hombro sobre el suelo, ampliando la boca del saco.
A mi respuesta, el joven mercader tenía una expresión de obvia decepción, después de eso, él apuradamente la cubrió con una sonrisa. ¿Fue malo decir que eran bienes tomados de bandidos?
Saqué una de las espadas de la bosa y se la entregué. El joven vendedor ambulante a regañadientes sostuvo la espada, sacándola de su vaina para revisar su condición.
Luego, la sonrisa del joven hombre, previamente mantenida para las apariencias, cambió, revelando una mirada de alegría. Pero su expresión, la cual puede ser completamente entendida, era mucho más honesta para un mercader; como tu cliente, puedo fácilmente verla…
El joven vendedor ambulante tomó una lámpara de su portaequipaje, confiando en su luz mientras el sacaba cada arma de su vaina para examinar sus condiciones una por una.
[¿Realmente las consiguió de bandidos? Estas armas están forjadas de nada más que un acero considerablemente bueno. Reparaciones no parecen ser necesarias; con un poco de afilado, ¡estas pueden ser vendidas a como están!] Vendedor Ambulante
En vez de bandidos, estas fueron tomadas de un grupo de secuestradores, quienes tomaron cautivos a elfos, pero no hay necesidad de decir eso.
No obstante, parecía que los bandidos básicamente no tenían buenas armas que permanecieran en tal condición… probablemente porque el fundamento de la facción de los bandidos era reunirse juntos con aquellos que estaban rotos para saquear y robar.
La decepción al oír que las armas fueron tomadas de bandidos, fue probablemente debido al hecho de que ellos muy probablemente no eran bienes de calidad superior.
Cuando el joven hombre terminó de apreciar las armas, él cruzó los brazos en frente de las armas arregladas en una línea y dejó escapar un gemido mientras las miraba.
[Hm~m, las quince de aquí son armas de alta calidad en buena condición, pero la de por acá es de incluso más alta calidad que el resto…] Vendedor Ambulante
La espada que el joven hombre estaba sosteniendo, si no me equivoco, era la que ese hombre incompetente había llevado. Aunque incompetente, él parecía haber tenido la mejor espada.
Uno solo tenía que ver a la hechura de la funda y la brillantez de la hoja para obtener una clara distinción entre las otras espadas.
De todas formas, él no notó que cuando él estaba absorto en la deliberación, una voz inquietante escapó de él. Si él hubiese escondido esa información de antes, él probablemente podría haber regateado por un precio más bajo y venderla a un precio más alto en algún lado…
Me preguntaba, ¿puede esta persona volverse exitoso como comerciante?
[Cuando lo agregas todo junto, con la cantidad que tengo a mano, no puedo permitirme comprar todo… entonces, ¿cómo debería seleccionarlas…? Hm~m.] Vendedor Ambulante
[¿Qué tal 10 sok por pieza, 150 sok por todo, vendedor ambulante-dono?] Arc
Ya que habrá la operación de infiltración después de esto, no quería llevar conmigo una excesiva cantidad de equipaje diverso. No me moleta obtener menos fondos en un regateo desfavorable, ya que no estoy preocupado por el dinero justo ahora.
[¿Eh? ¿No es por 30 sok que normalmente compras una?] Vendedor Ambulante
 [… Comerciante-dono, es mejor guardar silencio sobre tales hechos…] Arc
Cuando el joven mercader escupió un precio muy honesto para cada espada y le ofrecí un sincero consejo, él cubrió su boca en pánico con sus manos.
Era incluso divertido dejarle a este mercader de buena naturaleza hacer un más grande lucro.
Ya que quería deshacerme de toda la mercancía con este mercader justo ahora, el precio no era un problema, y una vez más sugerí el precio de 150 monedas de oro.
[¡Muchísimas gracias! Bien-, recientemente el área alrededor de la frontera norte, frecuentemente reportaba daño debido a los monstruos, así que vine aquí planeando vender armas y cosas tales como metales de alta calidad.] Vendedor Ambulante
[Hmm, ya veo. Siendo ese el caso, cuando avancé por la carretera a través de la ciudad de Rubieruto hace algún tiempo, oí que recientemente un monstruo bastante grande apareció. En el momento de preparación, las personas estarían dispuestas a comprar armas de buena calidad a un buen precio, ¿verdad?] Arc
[¿Es eso verdad? ¡Gracias por la valiosa información!] Vendedor Ambulante
El joven hombre era todo sonrisas con alegría cuando él me dio una mirada llena de gratitud, apilando las armas en el vagón mientras a como estaban, con gran espíritu, él jaló sus caballos para dirigirse hacia la posada más cercana. La vista de él, una y otra vez mirando hacia atrás aquí, inclinando su cabeza, me hizo sentir que quería continuar apoyándolo a pesar de solo habérmelo encontrado por primera vez.
Ponta parecía estar despidiéndose de él, ya que su cola revoloteaba y se meneaba de un lado al otro. Soy de la impresión de que si las circunstancias lo permiten, incluso las bestias espirituales se apegarían a él…
Mientras tenía tales pensamientos, deposité las 150 monedas de oro dentro de mi más ligera bolsa de equipaje y la regresé a mi espalda antes de empezar a caminar de regreso.
Ya que Ariane y Danka todavía estaban en la villa de puestos, mejor me uno a ellos antes de tiempo.
Regresé a la villa de puestos, al mismo lugar donde Ariane y Danka estaban sentados antes y me senté en un asiento vacío.
[Eres inesperadamente rápido. ¿Has terminado ya tu negocio?] Ariane
Ariane preguntó mientras usaba su adicional recién ordenada carne en brocheta como carnada para atraer a Ponta.
Los ojos de Danka permanecieron cerrados, y sus brazos todavía cruzados.
[Sí, fui capaz de vender el botín de esos sujetos a un buen precio.] Arc
[Estoy sorprendida. El supuesto negocio del cual tenías que encargarte era…] Ariane
Cuando le informe lo referente al contenido de mi negocio, Ariane tenía una expresión de asombro mientras me miraba. Cuando la glotona cercana, Ponta, saltó hacía la mesa, tentada por la carnada, Ariane la capturó, frotando el pelaje en su barriga, y jalándola a un abrazo.
Mientras miraba tales interacciones, participamos en una charla alegre mientras esperábamos por el tiempo que pase.
La noche había avanzado considerablemente; en sucesión, los puestos alrededor estaban en medio de terminar sus operaciones. Danka, quien había estado dormido hasta ahora, abruptamente se puso de pie e intercambio miradas con Ariane.
Ariane asintió y silenciosamente dejó su asiento.
[Vamos.] Ariane
Cuando dejé mi asiento, Ponta, quien había estado durmiendo inadvertida sobre la mesa, levantó su cabeza y corrió de prisa hacía mí. Después de recogerla y colocarla en su habitual asiento reservado, sostuve mi equipaje bajo mis brazos y, con Danka tomando el liderazgo, lo seguimos.
Bien, sería genial si terminamos la operación in incidentes-
Mientras murmuraba tal escaso deseo, hice mi camino a través de las calles oscuras que estaban casi desprovistas de personas.

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