Nuestro
grupo dejó Gurado y avanzó junto a la carretera norte.
Dalson
guiaba a la unidad de treinta hombres, la cual consistía en veinte Caballeros y
diez otros combatientes reunidos en la ciudad, todos marchando con armas y
otras herramientas de subyugación en mano, mientras Ariane y yo seguíamos
detrás con Ponta sobre mi cabeza.
Después
de dejar la ciudad y viajar por alrededor de una hora, el paisaje alrededor de
nosotros comenzó a subir ligeramente para formar una colina. Ahí fue cuando
nuestro grupo dejó la carretera y se acercó al bosque al lado occidental.
Desde
la cima de la colina, yo podía ver que los árboles en el bosque estaban
colocados escasamente. Dalson hizo gestos a todos para estar en silencio antes
de empezar a agacharse, todos siguieron su ejemplo mientras avanzábamos hacia
el bosque.
Eventualmente,
llegamos a un alto cuando la colina terminó en un pequeño acantilado y Dalson
silenciosamente nos instó a echar un vistazo.
Un
grupo de Ogros estaba de pie alrededor del fondo del acantilado. El rango de
sus alturas estaba entre dos y dos metros y medio, sus cuerpos coloreados en
óxido consistían de músculos de acero y colmillos estaban saliendo de las
esquinas de su mandíbula inferior. Ellos parecían tener un grado de
inteligencia, dado las pieles de animales alrededor de su cintura y las hachas
de piedra atadas a la hiedra y grandes garrotes que ellos llevaban.
Había
diez Ogros en total, y una rápida mirada reveló que todos en la unidad estaban
reteniendo su respiración.
[Empezamos
la emboscada aquí, así que, te prestaré esto.] Dalson
Cuando
Dalson dijo eso, una Caballero empujó un carcaj de flechas y un arco a ambos,
Ariane y yo.
Mientras
yo permanecía confundido sobre lo que estos eran, Dalson movió su barbilla
hacia el acantilado.
[Dispararemos
flechas desde aquí y los atraeremos hacia la carretera. Ya que estamos en la
cima de la colina, sería difícil para ellos escalar aquí mientras nos
persiguen.] Dalson
[Las
flechas han sido sumergidas en veneno, pero solo es lo suficientemente fuerte
para ralentizar los movimientos de los Ogros. Ya que no es prudente
enfrentarlos dentro del bosque, los sacaremos con estas flechas.] Dalson
La
más grande fuerza que los humanos poseían era su habilidad para formar grupos y
hacer estrategias. Aunque yo no podía decir si había suficientes personas aquí para
ir con el plan, era verdad que sería desventajoso luchar en el bosque.
Ya
que había solo diez de ellos, Ariane y yo podíamos ir abajo y encargarnos de
ellos por nosotros mismos, dejando a Dalson y al resto aquí, seguros y fuera de
la vista.
Sin
embargo, yo no era la fuerza principal aquí, yo solo se suponía que los
ayudaría. Cuando yo miré a Ariane, parecía que ella llegó a la misma conclusión
ya que ella solo asintió de regreso a mí.
Ya
que nunca usé un arco antes, miré a los otros para aprender como hacerlo.
Además, yo solo necesito provocar a los Ogros, no golpearlos.
[Todos,
preparen sus arcos.] Dalson
Ante
la orden de Dalson, todos apuntaron sus arcos fuera del borde del acantilado.
Un
segundo después, los treinta hombres dejaron sus flechas llover sobre los Ogros
nada suspicaces.
Tiré
de mi arco con todas mis fuerzas en preparación para disparar los Ogros.
Sin
embargo, justo cuando estaba a punto de disparar, oí un sonido crujiente y el
arco en mi mano se partió en dos.
[¿Huh?] Arc
Había
oído que principiantes tendrían un tiempo difícil tirando completamente de sus
arcos, así que yo lo sostuve y tiré de este con todas mis fuerzas, pero eso fue
aparentemente un error.
Ambos,
Ariane y Dalson, tenían miradas sorprendidas en sus rostros mientras los otros
estaban en un estado de shock. Las miradas de todos estaban empezando a hacerme
sentir un poco incómodo.
[Bien,
parece que el mantenimiento de este arco ha sido descuidado.] Arc
Mientras
calmadamente tiraba el arco roto a un lado, yo culpé de su rotura a aquel
encargado del mantenimiento del arma.
A
diferencia de mí, Ariane se las arregló para tirar de su arco y dispararlo a
los Ogros al fondo del acantilado. Sin embargo, su habilidad con el arco no era
tan alto como esperarías de un elfo. Su flecha se clavó en el suelo cerca de
los Ogros.
Pero
viendo a Ariane disparar la flecha, entendí el por qué. Su gran pecho parecía
desviar su objetivo cuando ella disparaba.
Mientras
todos se preparaban a sí mismos para disparar otra ronda, rugidos subieron
desde el fondo del acantilado y furiosas miradas se concentraron en nuestro
grupo.
Varios
de los Ogros tenían flechas clavadas en sus cuerpos, pero ellos se las
ingeniaron para evitar heridas fatales gracias sus gruesos músculos.
Para
contribuir en algo, miré alrededor por algo que tirar. Podía ayudar a reducir
sus números si lanzabas rocas a ellos desde esta altura, pero
desafortunadamente, no había rocas del tamaño de un puño alrededor.
Bien,
estos guijarros deberían ser suficientes para provocar a los Ogros, así que
recogí unas cuantos de ellos y empecé a lanzarlos abajo al acantilado.
Cuando
la piedra que lancé golpeó a uno de los Ogros en la cabeza, hubo un sonido
sordo mientras un hoyo aparecía en su cabeza y este cayó al suelo sin moverse
más.
Ánimos
subieron desde los hombres disparando flechas alrededor mío.
Dalson
asintió aprobatoriamente antes de que él se agachase, recogiese más piedras, y
me las entregase a mí. Aunque yo solo había estado intentando encontrar algo
que hacer, me las arreglé para reducir sus números.
Tomé
como objetivo a otro Orco con las piedras que recibí. Sin embargo, ese primero
parece haber sido debido a la suerte. Piedras lanzadas a una velocidad de bola
rápida podían ciertamente ser fatales, pero es difícil apuntar a objetos
moviéndose rápido, e intentar golpear a los Ogros en una inclinación vertical
encima de eso, hacía la tarea incluso más difícil.
Sobre
todo, yo sabía por un hecho que yo carecía de habilidades para lanzar.
Ante
el segundo rugido furioso de los Ogros, Dalson confirmó que ellos estaban
haciendo su camino arriba del acantilado, y yo finalmente me las arreglé para
eliminar a otro, dejando solo ocho de ellos.
[¡Kyun!] Ponta
Ponta
de repente hizo un llanto tenso desde la cima de mi cabeza.
Justo
cuando Dalson había dado la orden para regresar a la carretera, dos Ogros más
aparecieron dese el bosque detrás de nosotros, sorprendiendo a todos.
Ariane
no pudo siquiera esconder la conmoción en su rostro al ser emboscada. De alguna
manera, ambos, ella y yo, nos habíamos quedado absortos en disparar flechas y
lanzar piedras, que habíamos descuidado cubrir la retaguardia.
Uno
de los recién llegados Ogros, levantó su hacha de piedra e hizo un swing hacia
Dalson, pero, Ariane rápidamente agarró la situación y bloqueó el ataque.
Al
momento en que ella vio al Ogro moverse, Ariane no desperdició tiempo tirando
su arco y sacando su espada mientras daba un paso en medio del Ogro y Dalson a
la velocidad de la luz.
Ariane
se las arregló para evitar tomar el ataque lanzado por los brazos parecidos a
troncos del Ogro al desviarlo con la parte plana de su espada. Sin embargo, la
fuerza generada por el hacha golpeando el suelo fue suficiente para quitarle su
capucha.
Cuando
eso pasó, su piel lila y ojos dorados fueron revelados. Sin prestar atención a
eso, Ariane rápidamente barrió su espada sobre el brazo que sostenía el hacha
del Ogro.
El
Ogro gritaba mientras dejaba ir su hacha e intentaba retroceder, pero Ariane no
se lo permitió y cerró la distancia.
El
Ogro intentó golpearla lejos con sus largos brazos, pero fue incapaz de
levantar el brazo que Ariane había herido. Aprovechando la oportunidad, ella
cortó el grueso cuello del Ogro.
El
Ogro agarró su cuello mientras sangre empezaba a salpicar de este, un acto que
probó ser fútil cuando este colapsó y se retorció en el suelo.
Mientras
la batalla que Ariane había protagonizado sucedía, yo me había enfrentado con
el otro Ogro que se había escabullido hacia nosotros.
Si
Ponta no hubiese gritado cuando lo hizo, yo podría haber recibido el ataque el
Ogro. Aunque es improbable que yo hubiese recibido daño gracias a la “Armadura
Santa de Belenus”, Ponta hubiese sido de alguna manera herida si yo manejaba la
situación pobremente, sentada sobre mi cabeza como ella hacía.
Gracias
a su advertencia, yo estaba ahora enfrentando al Ogro y Ponta ya se había
enrollado a sí misma alrededor de mi cuello.
Cuando
agarré ambos brazos del Ogro y los apreté, el Ogro me miró mientras intentaba
liberarse a sí mismo. El Ogro inicialmente intentó agitar su garrote hacia mí,
pero como mi agarré se apretó, agonía se filtraba de su expresión y sus
intentos de escape empezaron a volverse desesperados.
[Je,
je, je, ¡no te permitiré escapar!] Arc
Puse
suficiente fuerza en mi agarre para romper las muñecas del Ogro. Al instante en
que estas se rompieron, el Ogro rugió como si estaba muriendo. Mi consecutivo
golpe de cabeza destrozó el cráneo del Ogro y rompió su cuello.
Cuando
el Ogro se quedó en silencio, yo tiré el cuerpo al lado y verifiqué a Ariane.
Nosotros hicimos contacto visual justo después de que ella jalase su espada del
cuello de su oponente y ella estaba empezando a ponerse su capucha de regreso.
Nosotros
de alguna manera nos las arreglamos para matar a los dos que nos emboscaron.
Cuando
miramos hacia los otros, fuimos saludados por sus expresiones estupefactas. Los
Ogros en el fondo del acantilado ya se habían separado en dos grupos, y ellos
estaban acercándose a esta ubicación.
[El
resto de ellos están dirigiéndose en esta dirección.]
Arc
Dalson
regresó a sus sentidos cuando él me oyó decir eso.
[¡¡Todos,
retrocedan a la carretera!!] Dalson
Ante
esa orden, todos simultáneamente retrocedieron hacia la carretera.
Cuando
llegamos a la carretera, un grupo de cuatro Ogros salió del bosque y empezó su
asalto.
Mientras
los enfurecidos Ogros salían corriendo del bosque, empeñados en matarnos,
Dalson emitió otro conjunto de órdenes.
[¡¡Lancen
las botellas de aceite!! ¡¡Ariane-dono, por favor!!]
Dalson
Todos
entonces lanzaron pequeños contenedores de aceite a los Ogros, cubriéndolos en
la sustancia antes de que Ariane usase su magia espiritual para enviar
múltiples bolas de fuego volando a los Ogros.
Cuando
las bolas de fuego los golpearon, los Ogros fueron tragados por las llamas.
Mientras las llamas los consumían, los Ogros cayeron al suelo y rodaron
alrededor para extinguirlas, deteniéndose justo ante nuestros pies cuando ellos
terminaron.
Los
soldados rápidamente formaron grupos separados y se pusieron de pie al lado de
los Ogros heridos antes de empezar a apuñalar a los Ogros con sus lanzas y
espadas. En cada grupo, había un Caballero de pie en frente de los Ogros con un
gran escudo, cuyo propósito era mantener la atención del Ogro concentrada en
ellos mientras los otros apuñalaban al Ogro. Yo decidí usar la manera en que
ellos manejaban sus escudos como una referencia.
Hice
una referencia cruzada con los movimientos entrenados de los miembros de los
grupos con la manera en que yo usualmente luchaba y noté que estos eran casi
idénticos.
Ariane,
Dalson y yo estábamos ubicados en el centro del grupo donde dos de los Ogros se
pusieron de pie y gritaron enojados.
Tomé
mi escudo de mi espalda y desenvainé mi espada ante de dar un paso al frente.
Desvié
un garrote gigante usando el escudo en mi mano izquierda. El balance del Ogro
había sido destruido porque este había sido jalado junto con su arma, y después
de cortarlo con mi gran espada, el Ogro terminó siendo cortado en dos.
El
segundo Ogro fue acabado con un solo ataque, después de que yo lo golpeé en el
rostro con mi escudo, usé la oportunidad para embestir con mi espada en su
estómago.
Mi
ataque se las había ingeniado para cortar la columna vertebral del Ogro, y con
un gemido final, el Ogro cayó como una marioneta con sus hilos cortados.
Mirando
alrededor, vi que los otros grupos habían sido capaces de abrumar a los otros
dos Ogros. Cuando los restantes Ogros se mostraron, Ariane y yo nos dividimos
para ayudar a los grupos bajo ataque. La batalla terminó en un instante, y ni
un solo Ogro fue dejado vivo.
[Considerando
que usted es una elfa, Ariane-dono, estoy verdaderamente agradecido por su
ayuda.] Dalson
Mientras
estábamos ocupados removiendo las piedras mágicas de los cuerpos de los Ogros,
Dalson se acercó a nosotros y empezó a hablar a Ariane con una sonrisa en su
rostro.
Ante
su comentario, Ariane bajó la capucha de su manto y lo miró de regreso a él con
sus brazos cruzados.
Sin
prestar atención al cambio de actitud de ella, Dalson continuó hablándole a
Ariane en una manera franca.
[Aunque
esta es la primera vez que he visto a uno, oí historias que los elfos
ocasionalmente aparecían en el bosque cercano durante el tiempo de mi
bisabuelo.] Dalson
Los
ojos de Dalson no tenían el mismo brillo como una persona que deseaba capturar
a los elfos. Si algo, solo había una pisca de curiosidad.
[¿Esta
es su primera vez conociendo a un elfo?] Arc
Ya
que Ariane estaba manteniendo su vigilancia y silencio, yo decidí instar a
Dalson a continuar. Dalson parecía un poco feliz por eso, en lugar de estar
disgustado como yo pensaba que él estaría.
[Desde
los tiempos de mi bisabuelo, el principio de mi familia ha sido “Ayuda a los
elfos cuando sea que ellos estén en necesidad” … Cuando él era joven, un elfo salvó
su vida cuando él estaba explorando el bosque, yo nunca imaginé que yo sería
salvado en una forma similar.] Dalson
Mientas
Dalson hablaba, él se concentraba en Ariane, cuyos brazos todavía estaban
cruzados.
[…
Incluso si nosotros no ayudábamos, ustedes se las habrían arreglado de alguna
manera.] Ariane
Dalson
negó con su cabeza ante la respuesta cortante de Ariane.
[Si
no fuese por ustedes, yo no sería capaz de regresar con mis hijos hoy.] Dalson
[Técnicamente,
nosotros solo completamos la tarea que usted nos solicitó. Así que, ¿va a
darnos las direcciones ahora?] Ariane
Ariane
simplemente lo hizo a un lado y dijo que eso no fue nada.
[Ah,
eso es correcto. Cuando regresemos a la ciudad, necesitaremos preparar una
recompensa apropiada para Arc-dono y Ariane-co…] Dalson
Ariane
y yo hablamos simultáneamente.
[No.] Arc, Ariane
Compartiendo
una rápida mirada, los dos nosotros asentimos antes de continuar hablando.
[No,
nos dirigiremos hacia el Imperio desde aquí. No ahorrará el problema si usted
nos dice lo que necesitamos.] Arc
[Sin
embargo, no tengo mucho conmigo por el momento, así que, ¿cómo puedo
recompensarlos aquí?] Dalson
Dalson
sacó unas pocas monedas de oro y plata desde su bolsa de cuero, que él había
estado llevando, mientras hablaba.
[Eso,
junto con el arco que rompí, es suficiente como una recompensa.] Arc
Encogí
mis hombros mientras hacía esa broma.
Dalson
me miró y abrió su boca para decir algo, pero Ariane se las arregló para
hacerlo rendirse.
[Como
recompensa adicional, ¿qué tal asegurarte que ese principio de familia tuyo sea
pasado a tus bisnietos.] Ariane
El
gran pecho de Ariane subió y cayó mientras estaban siendo apoyados por sus
brazos mientras ella empezaba a reír. Ese precepto de “Ayudar a los elfos
cuando sea que ellos estén en necesidad” era uno bueno para pasarlo a la
siguiente generación, en mi opinión.
Dalson
regresó una mirada interrogativa en mi dirección. Ya que a mí realmente no me
importaba la recompensa que ella había sugerido, yo le asentí a él.
Como
compensación por la subyugación, él nos dijo que este camino nos guiaría a una
gran ciudad y se despidió de nosotros junto con todos los miembros del grupo de
subyugación.
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