martes, 9 de enero de 2018

Capítulo 64 - Eso que Trae Bendición y Tragedia (Parte I)

Nuestro grupo dejó Gurado y avanzó junto a la carretera norte.
Dalson guiaba a la unidad de treinta hombres, la cual consistía en veinte Caballeros y diez otros combatientes reunidos en la ciudad, todos marchando con armas y otras herramientas de subyugación en mano, mientras Ariane y yo seguíamos detrás con Ponta sobre mi cabeza.
Después de dejar la ciudad y viajar por alrededor de una hora, el paisaje alrededor de nosotros comenzó a subir ligeramente para formar una colina. Ahí fue cuando nuestro grupo dejó la carretera y se acercó al bosque al lado occidental.
Desde la cima de la colina, yo podía ver que los árboles en el bosque estaban colocados escasamente. Dalson hizo gestos a todos para estar en silencio antes de empezar a agacharse, todos siguieron su ejemplo mientras avanzábamos hacia el bosque.
Eventualmente, llegamos a un alto cuando la colina terminó en un pequeño acantilado y Dalson silenciosamente nos instó a echar un vistazo.
Un grupo de Ogros estaba de pie alrededor del fondo del acantilado. El rango de sus alturas estaba entre dos y dos metros y medio, sus cuerpos coloreados en óxido consistían de músculos de acero y colmillos estaban saliendo de las esquinas de su mandíbula inferior. Ellos parecían tener un grado de inteligencia, dado las pieles de animales alrededor de su cintura y las hachas de piedra atadas a la hiedra y grandes garrotes que ellos llevaban.
Había diez Ogros en total, y una rápida mirada reveló que todos en la unidad estaban reteniendo su respiración.
[Empezamos la emboscada aquí, así que, te prestaré esto.] Dalson
Cuando Dalson dijo eso, una Caballero empujó un carcaj de flechas y un arco a ambos, Ariane y yo.
Mientras yo permanecía confundido sobre lo que estos eran, Dalson movió su barbilla hacia el acantilado.
[Dispararemos flechas desde aquí y los atraeremos hacia la carretera. Ya que estamos en la cima de la colina, sería difícil para ellos escalar aquí mientras nos persiguen.] Dalson
[Las flechas han sido sumergidas en veneno, pero solo es lo suficientemente fuerte para ralentizar los movimientos de los Ogros. Ya que no es prudente enfrentarlos dentro del bosque, los sacaremos con estas flechas.] Dalson
La más grande fuerza que los humanos poseían era su habilidad para formar grupos y hacer estrategias. Aunque yo no podía decir si había suficientes personas aquí para ir con el plan, era verdad que sería desventajoso luchar en el bosque.
Ya que había solo diez de ellos, Ariane y yo podíamos ir abajo y encargarnos de ellos por nosotros mismos, dejando a Dalson y al resto aquí, seguros y fuera de la vista.
Sin embargo, yo no era la fuerza principal aquí, yo solo se suponía que los ayudaría. Cuando yo miré a Ariane, parecía que ella llegó a la misma conclusión ya que ella solo asintió de regreso a mí.
Ya que nunca usé un arco antes, miré a los otros para aprender como hacerlo. Además, yo solo necesito provocar a los Ogros, no golpearlos.
[Todos, preparen sus arcos.] Dalson
Ante la orden de Dalson, todos apuntaron sus arcos fuera del borde del acantilado.
Un segundo después, los treinta hombres dejaron sus flechas llover sobre los Ogros nada suspicaces.
Tiré de mi arco con todas mis fuerzas en preparación para disparar los Ogros.
Sin embargo, justo cuando estaba a punto de disparar, oí un sonido crujiente y el arco en mi mano se partió en dos.
[¿Huh?] Arc
Había oído que principiantes tendrían un tiempo difícil tirando completamente de sus arcos, así que yo lo sostuve y tiré de este con todas mis fuerzas, pero eso fue aparentemente un error.
Ambos, Ariane y Dalson, tenían miradas sorprendidas en sus rostros mientras los otros estaban en un estado de shock. Las miradas de todos estaban empezando a hacerme sentir un poco incómodo.
[Bien, parece que el mantenimiento de este arco ha sido descuidado.] Arc
Mientras calmadamente tiraba el arco roto a un lado, yo culpé de su rotura a aquel encargado del mantenimiento del arma.
A diferencia de mí, Ariane se las arregló para tirar de su arco y dispararlo a los Ogros al fondo del acantilado. Sin embargo, su habilidad con el arco no era tan alto como esperarías de un elfo. Su flecha se clavó en el suelo cerca de los Ogros.
Pero viendo a Ariane disparar la flecha, entendí el por qué. Su gran pecho parecía desviar su objetivo cuando ella disparaba.
Mientras todos se preparaban a sí mismos para disparar otra ronda, rugidos subieron desde el fondo del acantilado y furiosas miradas se concentraron en nuestro grupo.
Varios de los Ogros tenían flechas clavadas en sus cuerpos, pero ellos se las ingeniaron para evitar heridas fatales gracias sus gruesos músculos.
Para contribuir en algo, miré alrededor por algo que tirar. Podía ayudar a reducir sus números si lanzabas rocas a ellos desde esta altura, pero desafortunadamente, no había rocas del tamaño de un puño alrededor.
Bien, estos guijarros deberían ser suficientes para provocar a los Ogros, así que recogí unas cuantos de ellos y empecé a lanzarlos abajo al acantilado.
Cuando la piedra que lancé golpeó a uno de los Ogros en la cabeza, hubo un sonido sordo mientras un hoyo aparecía en su cabeza y este cayó al suelo sin moverse más.
Ánimos subieron desde los hombres disparando flechas alrededor mío.
Dalson asintió aprobatoriamente antes de que él se agachase, recogiese más piedras, y me las entregase a mí. Aunque yo solo había estado intentando encontrar algo que hacer, me las arreglé para reducir sus números.
Tomé como objetivo a otro Orco con las piedras que recibí. Sin embargo, ese primero parece haber sido debido a la suerte. Piedras lanzadas a una velocidad de bola rápida podían ciertamente ser fatales, pero es difícil apuntar a objetos moviéndose rápido, e intentar golpear a los Ogros en una inclinación vertical encima de eso, hacía la tarea incluso más difícil.
Sobre todo, yo sabía por un hecho que yo carecía de habilidades para lanzar.
Ante el segundo rugido furioso de los Ogros, Dalson confirmó que ellos estaban haciendo su camino arriba del acantilado, y yo finalmente me las arreglé para eliminar a otro, dejando solo ocho de ellos.
[¡Kyun!] Ponta
Ponta de repente hizo un llanto tenso desde la cima de mi cabeza.
Justo cuando Dalson había dado la orden para regresar a la carretera, dos Ogros más aparecieron dese el bosque detrás de nosotros, sorprendiendo a todos.
Ariane no pudo siquiera esconder la conmoción en su rostro al ser emboscada. De alguna manera, ambos, ella y yo, nos habíamos quedado absortos en disparar flechas y lanzar piedras, que habíamos descuidado cubrir la retaguardia.
Uno de los recién llegados Ogros, levantó su hacha de piedra e hizo un swing hacia Dalson, pero, Ariane rápidamente agarró la situación y bloqueó el ataque.
Al momento en que ella vio al Ogro moverse, Ariane no desperdició tiempo tirando su arco y sacando su espada mientras daba un paso en medio del Ogro y Dalson a la velocidad de la luz.
Ariane se las arregló para evitar tomar el ataque lanzado por los brazos parecidos a troncos del Ogro al desviarlo con la parte plana de su espada. Sin embargo, la fuerza generada por el hacha golpeando el suelo fue suficiente para quitarle su capucha.
Cuando eso pasó, su piel lila y ojos dorados fueron revelados. Sin prestar atención a eso, Ariane rápidamente barrió su espada sobre el brazo que sostenía el hacha del Ogro.
El Ogro gritaba mientras dejaba ir su hacha e intentaba retroceder, pero Ariane no se lo permitió y cerró la distancia.
El Ogro intentó golpearla lejos con sus largos brazos, pero fue incapaz de levantar el brazo que Ariane había herido. Aprovechando la oportunidad, ella cortó el grueso cuello del Ogro.
El Ogro agarró su cuello mientras sangre empezaba a salpicar de este, un acto que probó ser fútil cuando este colapsó y se retorció en el suelo.
Mientras la batalla que Ariane había protagonizado sucedía, yo me había enfrentado con el otro Ogro que se había escabullido hacia nosotros.
Si Ponta no hubiese gritado cuando lo hizo, yo podría haber recibido el ataque el Ogro. Aunque es improbable que yo hubiese recibido daño gracias a la “Armadura Santa de Belenus”, Ponta hubiese sido de alguna manera herida si yo manejaba la situación pobremente, sentada sobre mi cabeza como ella hacía.
Gracias a su advertencia, yo estaba ahora enfrentando al Ogro y Ponta ya se había enrollado a sí misma alrededor de mi cuello.
Cuando agarré ambos brazos del Ogro y los apreté, el Ogro me miró mientras intentaba liberarse a sí mismo. El Ogro inicialmente intentó agitar su garrote hacia mí, pero como mi agarré se apretó, agonía se filtraba de su expresión y sus intentos de escape empezaron a volverse desesperados.
[Je, je, je, ¡no te permitiré escapar!] Arc
Puse suficiente fuerza en mi agarre para romper las muñecas del Ogro. Al instante en que estas se rompieron, el Ogro rugió como si estaba muriendo. Mi consecutivo golpe de cabeza destrozó el cráneo del Ogro y rompió su cuello.
Cuando el Ogro se quedó en silencio, yo tiré el cuerpo al lado y verifiqué a Ariane. Nosotros hicimos contacto visual justo después de que ella jalase su espada del cuello de su oponente y ella estaba empezando a ponerse su capucha de regreso.
Nosotros de alguna manera nos las arreglamos para matar a los dos que nos emboscaron.
Cuando miramos hacia los otros, fuimos saludados por sus expresiones estupefactas. Los Ogros en el fondo del acantilado ya se habían separado en dos grupos, y ellos estaban acercándose a esta ubicación.
[El resto de ellos están dirigiéndose en esta dirección.] Arc
Dalson regresó a sus sentidos cuando él me oyó decir eso.
[¡¡Todos, retrocedan a la carretera!!] Dalson
Ante esa orden, todos simultáneamente retrocedieron hacia la carretera.
Cuando llegamos a la carretera, un grupo de cuatro Ogros salió del bosque y empezó su asalto.
Mientras los enfurecidos Ogros salían corriendo del bosque, empeñados en matarnos, Dalson emitió otro conjunto de órdenes.
[¡¡Lancen las botellas de aceite!! ¡¡Ariane-dono, por favor!!] Dalson
Todos entonces lanzaron pequeños contenedores de aceite a los Ogros, cubriéndolos en la sustancia antes de que Ariane usase su magia espiritual para enviar múltiples bolas de fuego volando a los Ogros.
Cuando las bolas de fuego los golpearon, los Ogros fueron tragados por las llamas. Mientras las llamas los consumían, los Ogros cayeron al suelo y rodaron alrededor para extinguirlas, deteniéndose justo ante nuestros pies cuando ellos terminaron.
Los soldados rápidamente formaron grupos separados y se pusieron de pie al lado de los Ogros heridos antes de empezar a apuñalar a los Ogros con sus lanzas y espadas. En cada grupo, había un Caballero de pie en frente de los Ogros con un gran escudo, cuyo propósito era mantener la atención del Ogro concentrada en ellos mientras los otros apuñalaban al Ogro. Yo decidí usar la manera en que ellos manejaban sus escudos como una referencia.
Hice una referencia cruzada con los movimientos entrenados de los miembros de los grupos con la manera en que yo usualmente luchaba y noté que estos eran casi idénticos.
Ariane, Dalson y yo estábamos ubicados en el centro del grupo donde dos de los Ogros se pusieron de pie y gritaron enojados.
Tomé mi escudo de mi espalda y desenvainé mi espada ante de dar un paso al frente.
Desvié un garrote gigante usando el escudo en mi mano izquierda. El balance del Ogro había sido destruido porque este había sido jalado junto con su arma, y después de cortarlo con mi gran espada, el Ogro terminó siendo cortado en dos.
El segundo Ogro fue acabado con un solo ataque, después de que yo lo golpeé en el rostro con mi escudo, usé la oportunidad para embestir con mi espada en su estómago.
Mi ataque se las había ingeniado para cortar la columna vertebral del Ogro, y con un gemido final, el Ogro cayó como una marioneta con sus hilos cortados.
Mirando alrededor, vi que los otros grupos habían sido capaces de abrumar a los otros dos Ogros. Cuando los restantes Ogros se mostraron, Ariane y yo nos dividimos para ayudar a los grupos bajo ataque. La batalla terminó en un instante, y ni un solo Ogro fue dejado vivo.
[Considerando que usted es una elfa, Ariane-dono, estoy verdaderamente agradecido por su ayuda.] Dalson
Mientras estábamos ocupados removiendo las piedras mágicas de los cuerpos de los Ogros, Dalson se acercó a nosotros y empezó a hablar a Ariane con una sonrisa en su rostro.
Ante su comentario, Ariane bajó la capucha de su manto y lo miró de regreso a él con sus brazos cruzados.
Sin prestar atención al cambio de actitud de ella, Dalson continuó hablándole a Ariane en una manera franca.
[Aunque esta es la primera vez que he visto a uno, oí historias que los elfos ocasionalmente aparecían en el bosque cercano durante el tiempo de mi bisabuelo.] Dalson
Los ojos de Dalson no tenían el mismo brillo como una persona que deseaba capturar a los elfos. Si algo, solo había una pisca de curiosidad.
[¿Esta es su primera vez conociendo a un elfo?] Arc
Ya que Ariane estaba manteniendo su vigilancia y silencio, yo decidí instar a Dalson a continuar. Dalson parecía un poco feliz por eso, en lugar de estar disgustado como yo pensaba que él estaría.
[Desde los tiempos de mi bisabuelo, el principio de mi familia ha sido “Ayuda a los elfos cuando sea que ellos estén en necesidad” … Cuando él era joven, un elfo salvó su vida cuando él estaba explorando el bosque, yo nunca imaginé que yo sería salvado en una forma similar.] Dalson
Mientas Dalson hablaba, él se concentraba en Ariane, cuyos brazos todavía estaban cruzados.
[… Incluso si nosotros no ayudábamos, ustedes se las habrían arreglado de alguna manera.] Ariane
Dalson negó con su cabeza ante la respuesta cortante de Ariane.
[Si no fuese por ustedes, yo no sería capaz de regresar con mis hijos hoy.] Dalson
[Técnicamente, nosotros solo completamos la tarea que usted nos solicitó. Así que, ¿va a darnos las direcciones ahora?] Ariane
Ariane simplemente lo hizo a un lado y dijo que eso no fue nada.
[Ah, eso es correcto. Cuando regresemos a la ciudad, necesitaremos preparar una recompensa apropiada para Arc-dono y Ariane-co…] Dalson
Ariane y yo hablamos simultáneamente.
[No.] Arc, Ariane
Compartiendo una rápida mirada, los dos nosotros asentimos antes de continuar hablando.
[No, nos dirigiremos hacia el Imperio desde aquí. No ahorrará el problema si usted nos dice lo que necesitamos.] Arc
[Sin embargo, no tengo mucho conmigo por el momento, así que, ¿cómo puedo recompensarlos aquí?] Dalson
Dalson sacó unas pocas monedas de oro y plata desde su bolsa de cuero, que él había estado llevando, mientras hablaba.
[Eso, junto con el arco que rompí, es suficiente como una recompensa.] Arc
Encogí mis hombros mientras hacía esa broma.
Dalson me miró y abrió su boca para decir algo, pero Ariane se las arregló para hacerlo rendirse.
[Como recompensa adicional, ¿qué tal asegurarte que ese principio de familia tuyo sea pasado a tus bisnietos.] Ariane
El gran pecho de Ariane subió y cayó mientras estaban siendo apoyados por sus brazos mientras ella empezaba a reír. Ese precepto de “Ayudar a los elfos cuando sea que ellos estén en necesidad” era uno bueno para pasarlo a la siguiente generación, en mi opinión.
Dalson regresó una mirada interrogativa en mi dirección. Ya que a mí realmente no me importaba la recompensa que ella había sugerido, yo le asentí a él.
Como compensación por la subyugación, él nos dijo que este camino nos guiaría a una gran ciudad y se despidió de nosotros junto con todos los miembros del grupo de subyugación.

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